El Vicepresidente y su autorretrato de héroe revolucionario
En
la entrevista que el Vicepresidente tuvo con el periodista Diego Oquendo, entre
otras declaraciones públicas que ha hecho en el último mes, lo que ha hecho es
un autorretrato en el cual hace todo por mostrar sus cualidades apostolares,
entre las que se puede identificar las siguientes:
Según
dice no ha querido ser político, no ha querido ocupar ningún cargo, nuca quiso
ser funcionario público, pero le ganó su alto sentido del sacrificio por el
pueblo ecuatoriano. Aquí deja sentada su vocación cristiana de sacrificio, al
parecer no quiere nada para él solo busca servir al pueblo y a la revolución en
la que participa. Aunque no estaba en sus planes seguir en la política, después
de acompañar al ex presidente, no pudo negarse al pedido de Lenin Moreno, quien
obviamente sabía que sin Jorge Glas perdía las elecciones. Además, como a todo
revolucionario la revolución lo demanda, pues es una pieza clave para que el
proyecto de transformación continúe.
Se
reconoce como un profesional en la ingeniería de telecomunicaciones, con muy
buenos estudios en su área que lo hacen un experto de los sectores estratégicos.
Es un técnico que puede mirar el desarrollo del país en una proyección de 50
años, es capaz de mirar al final de una carretera una hidroeléctrica y no solo selva, eso le hace el profesional que
el Ecuador necesita y demanda para salir del subdesarrollo y emprender el
camino a la industrialización, si no a la carrera espacial. Este es el motivo
por el que se sacrifica y decide tener el salario de miseria de los
funcionarios públicos y no hacer una carrera económicamente exitosa con todo su
conocimiento profesional.
Reconoce
que su único error ha sido ser un gran trabajador por el bien del pueblo, pues
su enorme capacidad laboral permitió hacer en 10 años lo que hubiera tomado 50,
para recuperar y transformar el Ecuador y salvarlo de las “galladas mafiosas”
de la partidocracia. Quizá otro error de buena
fe que reconoce es su equivocación para elegir a los funcionarios corruptos
que le terminaron traicionando, cual Judas traicionó a Cristo. Incluso su buena
alma y su infinita bondad y confianza hizo que ponga las manos en el fuego por
los traidores. No acepta responsabilidad política, a no ser en la designación
de sus colaboradores, hoy varios de ellos acusados y procesados por corrupción.
Lamentablemente mientras fue responsable de los recursos estratégicos nadie le
dijo nada, nadie se dio cuenta de nada, nadie sospecho de la trama de corrupción
que se hacía a sus espaldas.
Insiste
en que no hay pruebas en contra suyo, y claro que tienen razón, no hay ninguna
factura firmada por él por concepto de coimas, sus cuentas bancarias y las de
su familia cercana no registran montos altos de dinero, al contrario lo que
revelan es la austeridad económica de su familia, que se corresponde con su trabajo
de voluntariado por el país. Ciertamente él es una víctima de su familia, que
culpa tiene de tener el padre que tiene y, sobre todo, que culpa tiene él de
tener un tío que ha recibido sobornos de la empresa corrupta y corruptora por contratos estatales.
Como
no puede ser de otra manera, siendo un hombre tan honesto e impoluto, hecha
fuego en contra de la corrupta y corruptora empresa Odebrecht,
a quien dice haber expulsado del Ecuador. Y cuenta además que, como no podía
ser de otra manera, cuando el corrupto empresario brasileño -típico prepotente hijo de millonario- le
quiso sobornar, con toda razón se indignó y lo echo de su oficina. En su justa
indignación, por defender su honra, se olvidó de decirnos como fue que la
empresa corrupta y corruptora volvió
al país, a pesar de su gran labor en contra de los corruptos.
Con
toda razón, recrimina al Dr. Julio Cesar Trujillo y a la Comisión Nacional
Anticorrupción a quienes acusan de ser difamadores, pues no tienen ninguna
prueba contra él, no hay una sola factura firmada que registre su nombre como beneficiario
de coimas o sobornos, ni una sola cuenta a su nombre en paraísos fiscales.
Cómo
no se va a indignar si él ha sido parte del gobierno más transparente de la
historia del Ecuador, que su único pecado ha sido denunciar la corrupción de los
traidores de su movimiento y acabar con la
corrupción de la gallada de la
partidocracia que gobernó el país antes de la llegada de la RC a la
administración del Estado. El y su compañeros revolucionarios son los héroes anticorrupción
de este país y no esa Comisión mal intencionada que no es capaz de reconocer su
sacrificio. Cual Zorro dice que es
capaz de dar látigos a la corrupción
En
resumen, después de oír la entrevista, no nos queda más que reconocer que el problema no es las denuncias de corrupción que
inundan la escena pública ni la poca transparencia para investigarla y
combatirla, el problema es que en el país hay una gallada de odiadores que no son capaces de reconocer el sacrificio
de los revolucionarios. El problema no
es la trama criminal de corrupción que enganchan altos funcionarios del gobierno
de la Revolución Ciudadana con las empresas corruptas y corruptoras, sino
que los malos quieren hacer un golpe de estado para acabar con los buenos.
Lo
cierto es que las “Almas Bellas” que nos gobiernan, como dice Hegel, se pierden
en su hacerse objeto carente de esencia y de manera narcisista arden
consumiéndose a sí mismas (…) se manifiestan solamente mediante palabras y se
pierden en inconsistencias. Los funcionarios del gobierno, inauténticos
como son, se regocijan y satisfacen con su pretendida perfección moral que solo ellos parecen creer.
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