lunes, 21 de noviembre de 2016

La ex jueza ebria desnuda al poder



El último fin de semana las redes sociales como cosa rara se alteraron por un nuevo escándalo que de una u otra manera envuelve al Gobierno. El video de la ex jueza de la Familia, Niñez y Adolescencia, quien estuvo en funciones hasta fines de octubre del presente año, en el cual se muestra la exaltada actuación de la Sra. ante las acciones de la policía, ha corrido por las redes sociales. 


No creo que el asunto se deba tratar en lo que hace referencia a la acción personal de la ex jueza, al fin y al cabo cada uno tiene su vida privada y ella está llena de exabruptos, de fallas, de locuras, de liberaciones e desinhibiciones,  más cuando el licor ayuda. La vida cotidiana de nuestras ciudades está colmada de imágenes carnavalescas que muchas veces rozan con lo grotesco. No voy a decir si están bien o mal, no soy quien para juzgar moralmente los exabruptos producidos por el exceso de licor, por otra parte no creo en la doble moral sino en la coherencia ética, que es otra cosa muy distinta.

Lamentablemente, la Sra. no solo que en su ebriedad enlaza su vida personal con su vida pública como ex Jueza, sino que sin querer ha terminado por desnudar el poder, lo cual de una u otra manera se le debería agradecer.

Recordemos el cuento de Hans Christian Andersen “El traje nuevo del Emperador”, el cual narra la vanidad de un Emperador explicitada en la enorme importancia que daba a los trajes que vestía. Vanidad que fue llevada a la cumbre cuando dos estafadores le hicieron creer al vanidoso que podían confeccionar un traje que solo lo verían los inteligentes; el Rey quiso saber quiénes eran éstos y ordenó la confección del traje mágico. Como era obvio cuando se puso el traje inexistente todos fingieron verlo para ganarse el reconocimiento y la bondad del Rey, de repente la inocencia de un niño que exclamó -¡Pero si no lleva nada! acabó con el ritual del poder, sostenido por los tontos. El poder quedó desnudo, se mostró en su impudicia.

Todo poder y específicamente el poder actual del Régimen actúan como el Emperador para afirmar su enorme vanidad. En cada instancia el que funge de jefe tiene que rodearse de una corte de “inteligentes”, que para mostrar su agudeza mental al jefe  tienen que aceptar, aplaudir y obedecer todo lo que él ordena, así vean que es absurdo, injusto, incoherente, violento, anti ético, machista, xenófobo, racista, etc. etc. etc. Así, en las sabatinas, por ejemplo, si insulta le aplauden, si veja le aplauden, si humilla le aplauden, y no contentos con esto  lo reproducen por los medios, hacen cadenas nacionales para que vea como todos los “inteligentes” reconocen la genialidad del jefe, y en ese reconocimiento él les devuelve el reconocimiento, y todos contentos creyendo su mentira.

Recordemos cuando el primer mandatario se bajó de su caravana para retar a un adolescente por  hacerle una mala señal, su corte aplaudió su excelente y oportuna actuación;  o cuando mando a callar y castigó a las Asambleístas traidoras,  y ellas mismas casi le aplauden por el castigo recibido. Hemos asistido estos 10 años a un aplauso permanente que acepta y afirma  las muestras más obscenas del poder, con lo cual se le dice al “Rey”: eres “Rey” y por lo tanto está bien todo lo que dices y haces, todo está correcto por el bien de la Patria que ya es de todos, hasta cuando insultas a las víctimas del terremoto y los amenazas con mandarlos presos.  
       
Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre las amenazas, insultos, prepotencia, desvalorizaciones de la ex Jueza y los insultos, amenazas, humillaciones, prepotencia, autoritarismo del primer funcionario y sus más cercanos colaboradores, en cada sabatina, cada cadena nacional, cada declaración? Una: que ella está borracha y lo que dice es fruto de un estado de semi inconsciencia, al contrario los funcionarios están sobrios y lo que dicen lo hacen con plena conciencia. Dos: Ella es mujer en una sociedad machista y su comportamiento es sancionado mucho más que si lo hubiera hecho un hombre. Tres: ella es apenas un peón en el tablero del poder y no goza de la legitimidad suficiente para que la corte aplauda su obscenidad.  


Ella es el niño que exclamó: el poder está denudo en su más abyecta actuación 

2 comentarios:

  1. Como mujer y periodista, aplaudo cada palabra que ha escrito, es un excelente articulo, pero sobre todo un buen analisis lejos de la crítica pública de las acciones de una mujer que desnudó su vida pública y privada, además un análisis de la sociedad y la posición de la mujer en ella, a pesar de lo que digan en ámbito de inclusión, los hechos revelan una total falta de inclusión en la sociedad y el país, la felicito.

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  2. Un excelente análisis de lo que pasa más allá del humor, curiosidad e incluso del estupor

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