Quiénes son los jinetes del extractivismo?
Como ya se ha hecho costumbre, parte de la estrategia de la campaña
electoral adelantada que ejecuta el Gobierno desde hace ya algunos meses, el Vicepresidente
Jorge Glas aparece y habla en casi todos los espacios mediáticos gubernamentales,
evidenciando a todo el país que es él, la
figura presidenciable del correísmo. Pese a que no logra simpatía en la población
y sobre el hecho de que el ex vicepresidente Moreno tiene mucha mayor aceptación
electoral, es Glas la imagen que se publicita desde el poder de Alianza País.
Está claro que Glas es la carta principal de Correa y por lo tanto del
correísmo para intentar la continuidad de su proyecto. Se entiende por
correísmo el poder real que dentro y fuera del gobierno maneja el Estado, sobre
todo lo que tiene que ver con los recursos económicos de la sociedad
ecuatoriana.
Lenin Moreno hizo en su periodo vicepresidencial lo que tenía que hacer
en el marco de la necesidad política de sostener la legitimidad social del
proyecto de Alianza País, con el desarrollo de una política de bonos de
paliación de la miseria, y tomando en cuenta la bonanza económica de los
primeros años. Su trabajo concluyó cuando el proyecto de la Revolución
Ciudadana se sinceró como proyecto de ampliación del capitalismo extractivo en
el país; en el momento en que el correísmo empezó la violación sistemática de
la Constitución, principalmente en lo que refiere a los derechos de la
naturaleza con el caso Yasuní. Desde que el Gobierno con la complicidad de la
Asamblea Nacional decidieron ejecutar la
explotación petrolera en el Parque Nacional, uno de los más biodiversos del
mundo y territorio de pueblos libres, sin importar el daño social, cultural y
ambiental que tal decisión implica, el carácter depredador del proyecto de
Alianza País se hizo cínicamente nítido.
En el nuevo contexto del proceso “revolucionario” y tomando en cuenta el
control político e ideológico de la población, que el gobierno correísta garantizó
en su primer periodo de administración
estatal, el tema social dejó de ser importante para su estrategia de
dominación. De hecho en diez años el gobierno pasó de ser neo desarrollista a
neoliberal. Así, la figura de Lenin Moreno
aunque puede ser simpática para la población no es de interés para el proyecto
extractivista del correísmo. El problema con el Sr. Moreno, creo, es que no da
al poder correísta la garantía total de no estorbar en los negocios del capital
a gran escala.
En la intención de que el correísmo continúe en la administración de Estado,
incluso sea o no con Alianza País, es
Jorge Glas la pieza que garantiza al correísmo dirigir o al menos participar en la dirección
y beneficio de los proyectos de minería, petróleo, hidroeléctricas, mega construcciones, transgénicos, etc., es
decir los negocios del extractivismo. Es él, el que garantiza las alianzas con
otros grupos de poder económico nacional e internacional de interés para este
tipo de negocios depredadores.
Tal es el interés de posesionar a Glas como la continuidad del correísmo
, proyecto presentado como de
transformación social, cuando no es más que la profundización de la economía primario
exportadora en su época devastadora, que el Sr. hacen el siguiente tipo de
declaraciones electoreras:
“Por nuestra Constitución,
nuestras leyes, y por nuestro Gobierno porque somos el gobierno más verde, más
ecológico, de toda la historia del Ecuador, fuimos nosotros los que reconocimos
derechos a la naturaleza en la Constituyente de 2008, jamás permitiremos que se
contamine fuente de agua alguna”
“Y seguiremos desarrollando la minería
responsable que no contamina fuentes de agua, que utiliza alta tecnología, pero
que genera riqueza para nuestro pueblo”
En estas declaraciones, la persona más desatenta puede notar la
contradicción que ellas encierra y que hacen del enunciado un absurdo cínico, propio
de la demagogia populista de las campañas electorales.
Primero, ellos no fueron los que reconocieron los Derechos de la
Naturaleza, no cuentan con el conocimiento ni la sensibilidad para tal acto y
ni siquiera tienen la inteligencia para observar
que un avance constitucional de tal
magnitud responde a un proceso histórico de lucha social, que posibilita la
construcción colectiva de ese tipo de conciencia humana y ambiental.
Segundo, repite en un movimiento de mecánica mental aquella fórmula discursiva
ya gastada de la supuesta responsabilidad de la actividad minera, que utiliza
la alta tecnología. Su ambición no les permite un simple recorrido por la
historia humana de los últimos cien años para conocer la destrucción ambiental,
social y cultural que el extractivismo ha ocasionado, más aún el de la última
generación de la alta tecnología.
Lo cierto es que más allá de las referencias retóricas y tramposas a su supuesta
condición de ecologistas, el proyecto de Alianza País, y más aún el de la época
de Glas, es depredador de la naturaleza y de los pueblos que la habitan, y subsidiario
como pocos de los grandes negocios del capital extractivo. Quizá aquello de que
son el gobierno más verde si es verdad, por
el color que los define y que quedará en la conciencia de nuestros pueblos como
la mayor estafa.
Para las próximas elecciones,
es la exigencia de la moratoria extractiva, sino de su finalización, a lo que deben responder
todos y todas las candidatas, pues es este tema entre pocos otros los que dicen
sobre el carácter humano de un proyecto político. Decidan ustedes quienes son los jinetes del extractivismo, jinetes de la muerte
Referecias
El Comercio
http://www.andes.info.ec/es/noticias/vicepresidente-jorge-glas-ecuador-seguira-desarrollando-mineria-responsabilidad.html
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