La
reflexión propuesta tomará como antecedente una breve aproximación al
significado del poder, tanto como concepto, cuanto como praxis social.
El
poder, en su significación más amplia, es la capacidad humana de crear mundo en
su doble dimensión simbólica-material. Esta capacidad creadora de mundo supone
libertad, en cuanto solo un ser libre tiene voluntad de imaginar e inventar su
mundo. Así, entonces, el poder es un poder-hacer-crear
mundo en libertad, lo que no quiere decir que tengamos la libertad de decidir
no crear mundo, pues sin él no es posible la existencia humana. El poder-crear mundo es un poder siempre
colectivo, en la medida en que tal tarea exige ponerse-en-común, asociarse,
aliarse, vale decir: ponerse junto y en relación con el otro. De esta forma, la
apertura de mundo es apertura de lo social.
Ahora
bien, esta capacidad humana, su poder, puede transformarse en instrumento de
dominación y devenir en poder de dominación. La dominación, por su parte, dice del control que un grupo tiene frente a
otros grupos, un país frente a otros países, una nación frente a otras naciones
y nacionalidades, un Estado frente a otros estados, un Estado y un gobierno
frente a los ciudadanos, un individuo frente a otro individuo o individuos, el
Hombre frente a la naturaleza.
El
control busca el sometimiento y obediencia del sujeto controlado, sujeto de la
dominación, sujeto sujetado al poder de dominación, sea esta legal, tradicional
o carismática, según dice Weber. En
atención a lo planteado, el poder de dominación debilita la puesta en común
para construir mundo y, por lo tanto, la alianza social, esto es, lo social.
Tanto
el poder como capacidad humana de crear mundo posible y posibilitante de la
apuesta en común, cuanto el poder como instrumento de dominación sobre lo otro,
instituyen un tipo de relación social. La relación que se instaura con el
poder-crear mundo es una relación que se
abre a su propio movimiento, es decir una relación que estructura relaciones
humanas cada vez más amplias y diversas. Al contrario, la relación que se
instaura con el poder-dominar se cierra a su posibilidad y cosifica la relación
humana en una estructura de dominación, que paraliza la imaginación que inventa
y construye mundo. La primera fecunda la apuesta en común, la segunda destruye
lo común.
El
núcleo articulador del poder de dominación es la propia dominación, es decir el
poder de dominación se alimenta de la dominación, lo cual le hace un poder de
acumulación de dominación. En otras palabra, mientras más ejercicio de la
dominación, mientras más sujetos sujetados al poder de dominación, más voluntad
de dominación. De hecho, tanto el sujeto sobre quien se ejerce la dominación,
cuanto el sujeto que la ejerce son dominados por el poder de dominación. Esto
explica la profunda enajenación humana que provoca el poder como instrumento de
dominación, pues el ser humano queda atrapado en la lógica del dominio que ya
está hecho estructura de control y sometimiento del otro; otro que no es más
que el ser humano frente a la dominación. La cosificación del poder humano de
creación de mundo, en su instrumentalización como dominación, termina por
debilitar lo humano del humano y fortalecer lo inhumano de lo humano.
El
poder de dominación y su acumulación, es decir esta instrumentalización del
poder para el control y sometimiento del otro, puede ser vista a dos niveles: a
nivel del ser social y a nivel del ser individual. En el primer caso se puede
observar el poder de dominación que la especie humana ha acumulado y ha
ejercido sobre el resto de la naturaleza (otro primero); el que una
civilización como la occidental ha ejercido sobre el resto de civilizaciones y
pueblos no occidentales; el que un Estado (norteamericano) ha ejercido sobre
otros estados; el que una nación (blanco-mestiza) ha ejercido sobre otras
nacionalidades; el que un gobierno (liberal-burgués) ha ejercido sobre otras
formas de gobierno; el que un gobierno ejerce sobre los ciudadanos, sobre los
pueblos, sobre las personas. En el segundo caso se puede observar la dominación
que los padres ejercen sobre los hijos e hijas;
la que el hombre (s) ha ejercido sobre la mujer (es); la que el
capitalista ejerce sobre los obreros y campesinos; la que el blanco (s) ha
ejercido sobre los culturalmente distintos; la que los heterosexuales han
ejercido sobre los otros diversos sexuales; la que los adultos han ejercido
sobre los jóvenes, niños y viejos, etc.
El
poder de dominación es, entonces, una estructura de sometimiento que doblega a
todos los sujetos que quedan atrapados en ella. Aquellos que son atrapados como
sujetos dominados van a sufrir la dominación como explotación, opresión,
despojo, humillación. Aquellos que son atrapados como sujetos dominantes, mientras
cumplan la función de dominadores, van a acumular tanto poder que terminarán
decidiendo sobre la vida y la muerte de los otros. Así, el dominador será el
que decida quien vive y quien muere, sea en el nivel biológico, político,
social y simbólico de su existencia.
En
la historia humana han existido poderosos (encarnaciones humanas del poder de
dominación) que no solo han administrado la vida de los dominados, sino que han
tenido el derecho sobre la vida y la muerte socio-simbólica de los dominados.
Entre estas encarnaciones del poder de dominación se puede ubicar al Gobierno
de Alianza País.
Hay
poderosos que deciden sobre la vida y la muerte política de los dominados, son
los que deciden quienes tienen derecho a participar de la construcción del
mundo común y quienes no. El dominador político
impone el horizonte de sentido que cree que debe guiar el destino de los
dominados (llámese progreso, desarrollo, modernización), haciendo caso omiso a
las opiniones de aceptación o rechazo que los dominados puedan tener respecto
del paradigma civilizatorio impuesto. Por lo general, mientras más concentrado
está el poder de dominación política, más sujetos políticos autónomos son
liquidados, el asesinato político de los sujeto disidentes se convierte en una
práctica sistemática, una política de Estado.
Así, el exterminio político de los sujetos divergentes es la base de la
consolidación y el mantenimiento del poder de dominación política que busca la
paz de la masa despolitizada. Queda así establecido quien habla y quien no
habla, que es opinión y que no, que es noticia y que no, que discurso es
legítimo y cual no, quien tiene derecho a opinar y quien no. Lo cierto es que,
en términos generales, la sociedad es silenciada, excepto el pequeño círculo
que compone la cohorte del poderoso,
el mismo que tiene como función repetir, comentar y legitimar las decisiones
tomadas desde el poder de dominación política.
Así
también, los poderosos que tiene derecho sobre la vida y la muerte social de
los dominados, son los que administran la existencia social de los individuos y
grupos sometidos. El poderoso tiene el derecho de decidir y administrar cómo se
va a vivir, qué es lo que se necesita para la existencia, es quien tiene el
derecho de imponer la política económica (capitalismo, extractivismo,
industralización); la política social (qué tipo de salud, de educación, de
vivienda, que tipo de ciudad, que tipo de transporte, etc.); la política
cultural (qué formas culturales valen y cuáles no, qué lenguas son importantes
y cuáles no, qué costumbre sirven y cuáles no, qué saberes son los legítimos y cuáles
no, cuál es la educación de excelencia y calidad y cuál no, etc.) sin tomar en
cuenta la opinión de los dominados. Más aún, cuando la concentración del poder
de dominación social se radicaliza, el poderoso tiene derecho a decidir e
imponer cuáles son las formas sexuales legítimas, cuáles son las relaciones de
género legítimas, quiénes tienen derecho a casarse y quiénes no, cuáles pueblos
y nacionalidades son legítimas y tienen derecho a existir social y
culturalmente y cuáles no. La vida social, así controlada, deviene en una gran
fábrica que produce autómatas funcionales a la reproducción del sistema social
imperante, pequeñas piezas de la gran maquinaria social.
Cuando
el dominado se resiste a la dominación y busca desujetarse del poder que lo
somete, el poderoso con el peligro de no poder sobre el otro, asume el derecho
sobre la vida del dominado y decide su muerte biológica. La historia del poder
está llena de ejemplos del derecho que los poderosos se adjudican para decidir
terminar con la vida de los otros (fascismo, nazismo, dictaduras militares,
estalinismo, paramilitarismo, machismo, etc.) El asesinato del dominado se produce
cuando éste ha dejado subjetivamente de ser dominado:
Matar no es dominar sino
aniquilar, renunciar absolutamente a la comprehensión. El homicidio ejerce un poder sobre aquello que
se escapa al poder (…) Yo solo puedo querer matar a un ser absolutamente
independiente, a aquel que sobrepasa infinitamente mis poderes y que por ello
no se opone a ellos, sino que paraliza el poder mismo de poder. (Levinas, 1977, pág. 212)
El
derecho que el poder de dominación ejecuta para terminar con la vida simbólica
de los individuos es, quizá, el de mayor violencia es mucho más difícil
sostener la existencia biológica después
de haber sino aniquilado simbólicamente. Los “muertos vivos” son “desechos
humanos”, por expulsión o exclusión,
confinados a: hospitales psiquiátricos,
cárceles, campos de concentración, campos para refugiados, centro de
reclusión de inmigrantes “ilegales”,
reservas indígenas, apartheid, destierro, humillación, insulto, descalificación pública sistemática, etc. El
verdadero aniquilamiento del ser humano está precedido por su destrucción
simbólica, en razón de que es despojado de su investidura humana que le otorga
un lugar en lo social.
Como
se anunció en líneas anteriores, estas cuatro formas de poder de dominación, en
distintos niveles, son observables en la manera en que, durante 9 años, ha
gobernado el Movimiento Alianza País (A.P.). Existen sin embargo dos formas de
dominación que caracterizan la dominación correísta, las mismas que se discuten
a continuación.
Uno
de los mecanismos de dominación implementados por el Gobierno de A.P. es lo que se puede denominar
el totalitarismo de la racionalidad jurídica. Lo que se ha operado en estos
años de Revolución Ciudadana es la instrumentalización del aparato jurídico
como mecanismo de control penal de la sociedad, algo que es inmanente a la lógica
de un Estado absolutista de inicios de la modernidad. De hecho, según Thomas
Hobbes, no se trata de legislar a favor del Estado, sino que el Estado está por
fuera del marco legal creado por el poder soberano para la ciudadanía. Así,
para el autor, una
…opinión repugnante a la
naturaleza de un Estado es que quien tiene el poder soberano esté sujeto a las
leyes civiles. Es cierto que los soberanos están sujetos, todos ellos, a las
leyes de naturaleza, porque tales leyes son divinas y no pueden ser abrogadas
por ningún hombre o Estado. Pero, el soberano no está sujeto a leyes formuladas
por él mismo, es decir, por el Estado, porque estar sujeto a las leyes es estar
sujeto al Estado, es decir, al representante soberano, que es él mismo; lo cual
no es sujeción, sino libertad de las leyes… (Hobbes T. , 2015, pág. 132)
Entonces,
se deduce que el poder judicial, como el Otro procedimental de la ley,
administra la justicia en defensa del Estado, el Gobierno y sus altos
funcionarios en contra de la ciudadanía.
Al
constituir el soberano una sociedad civil, es él quien dictamina una ley
positiva sustentada racionalmente y que dará coto a estados de naturaleza, por
lo que no puede estar sujeto a dicho marco jurídico. Quien infrinja estas
leyes, es decir el pacto que permite la existencia de la República, será
sancionado de acuerdo al criterio y conveniencia del soberano, su reproducción
estructural y defensa. Por lo que la ley y la administración de la justicia, más
allá de suponer, en la retórica, la encarnación de la voluntad general guiada
por una racionalidad científica, sirven para preservar un statu quo y castigar a sus infractores o detractores.
Cuando
se piensa la coyuntura nacional desde estas nociones del Estado, se comprende
que las estructuras básicas de dominio y control absolutistas de los inicios
del Estado capitalista moderno se mantienen y afianzan en estos últimos años de
progresismo en el país. Dicho de otro modo, la justicia abiertamente sirve para
criminalizar al dominado y proteger al
dominador, en base a identificar Razón
Jurídica con Verdad Política y a
ésta última con Revolución Ciudadana. Al parecer, la justicia en el Ecuador tiene
como objetivo primero defender los derechos
del Estado (tanto en la persona jurídica de las empresas cuanto en la
persona natural de sus funcionarios), frente a la amenaza que los ciudadanos
representan para los intereses del poder político aliado del poder económico.
En
estos años del Gobierno de Alianza País, a partir del nuevo marco
constitucional, se han elaborado leyes, normas y reglamentos que se
operacionalizan con el fin de vigilar, controlar, perseguir y castigar a los
ciudadanos, es decir para dominar a la población. Al ciudadano por su parte, en
base de reglamentos y decretos como el
016 se lo aísla, se lo atomiza, dejándolo huérfano de organización social y/o
política para que quede a merced del poder del Estado. Así, el ciudadano en
indefensión total se enfrenta al Gran Otro procedimental jurídico que lo
domina. Este ha sido el caso de Bonil, Klever Jiménez, Juan Carlos Calderón,
Cristian Zurita, Mery Zamora, Fernando Villavicencio, Carlos Figueroa, Pepe
Acacho, Carlos Pérez, Javier Ramírez, los 10 ciudadanos apresados en Luluncoto,
los estudiantes del Central Técnico, los miembros de Fundación Pachamama, entre
tantos otros.
La
justicia identificada con la opresión configura lo que se puede denominar el
terror de la razón jurídica, un particular poder de dominación que está siendo
ensayado por el Gobierno de A.P., todo en
nombre del progreso y la modernización capitalista encubierta en la
promesa del Buen Vivir.
La razón jurídica ha sido retomada por el
Gobierno como una eficaz forma de control político. La identificación entre
justicia y opresión conlleva la supremacía de la dominación sobre la justicia,
hasta el punto de convertir a la última en instrumento de la primera. Así, las
luchas o actos de resistencia a la dominación, portadores de valor ético
otorgado por la justicia histórica, terminan siendo “delitos” que deben ser
penalizados y castigados.
El
aparato de justicia ha sido convertido en una dependencia de la presidencia de
la República para castigar a todos aquellos que el Gobierno, en la figura del
Presidente, consideran enemigos de la “Revolución”. Ante los ojos del dominador
siempre se es culpable; culpable de no apoyar la revolución, culpable de atentar contra el Gobierno o el Estado,
culpable de atentar contra la honra del Presidente, culpable de conspirar
contra la paz, culpable de terrorismo, culpable de rebelión, culpable de no ser
culpable (Zizek, En defensa de las Causas
Perdidas, 2011) .
En esta conversión de la justicia en opresión, la democracia termina siendo el
mejor sistema de dominación.
Esta
lógica de dominación, que convierte la violación de los derechos humanos en
aplicación de la justicia, fue espectacularmente mostrada al mundo por el
Estado norteamericano cuando cínicamente convirtió los crímenes contra la
humanidad perpetrados en la intervención militar a Irak en defensa de la paz y
la libertad. Como es ya conocido “… la
administración Bush bautizó su cruzada antiterrorista como "Operación
justicia infinita", título ofensivo tanto para musulmanes como para
cristianos. El mensaje implícito era que los talibanes eran infinitamente
culpables y Estados Unidos infinitamente inocente, y que la "justicia
infinita" contra aquellos sería una venganza sin límite.” (Stam, 2003) En
la cita queda claro como la justicia,
usada como instrumento de dominación, se trasmuta en venganza, así el poder que
instrumentaliza la justicia para su propósito de dominación es un poder
vengativo, que se activa a partir del odio y el resentimiento que el sujeto que
lo detenta experimenta frente a quienes se oponen a su poder-dominación. La idea propuesta se la puede observar en
declaraciones hechas por el primer funcionario del Estado ecuatoriano como
aquella hecha en relación al caricaturista Bonil: "Los ecuatorianos debemos rechazar las mentiras y a los
mentirosos, sobre todo si esos mentirosos son cobardes disfrazados de jocosos
caricaturistas. Odiadores del gobierno disfrazados de jocosos caricaturistas" (CNN en español) . Declaraciones que
son premisas para enjuiciar, sancionar al ciudadano que ha violado los derechos del Estado.
La instrumentalización del aparato jurídico como dispositivo de
dominación ha convertido la excepción de la norma en norma. Si la excepción de
la norma supone que un individuo es excluido de la regla general, lo cual lo
deja sin garantías y por lo tanto lo convierte en humano sacrificable; cuando
la excepción se ha convertido en la norma son la mayoría de personas las que
quedan en la indefensión y terminan por ser culpabilizados, criminalizados y
condenados; han sido excluidos de toda garantía. Ahora bien, esta exclusión
resulta inherente a la lógica del Estado y su instrumentalización jurídica,
puesto que su discurso sobre la ley como encarnación de la voluntad general,
sirve únicamente para legitimar la sanción y criminalización de sujetos y
relaciones divergentes. A este respecto, Hobbes plantea que
La
ley se hace por el poder soberano, y todo cuanto hace dicho poder está
garantizado y es propio de cada uno de los habitantes del pueblo; y lo que cada
uno quiere tener como tal, nadie puede decir que sea injusto. Ocurre con las
leyes de un Estado lo mismo que con las reglas de un juego: lo que los
jugadores convienen entre sí no es injusto para ninguno de ellos. Una buena ley
es aquello que resulta necesario y, por añadidura, evidente para el bien del
pueblo (Hobbes T. , 2015, pág. 140) .
Este racionamiento conduce a suponer que, debido a
que el gobierno de Alianza País ha ganado procesos electorales de manera
“democrática” y bajo un “respaldo mayoritario”, es preciso aceptar y tolerar las leyes que intentan
limitar la organización social, las expresiones sociales y culturales diversas,
en pos de una adecuación de la realidad nacional para el mercado global. De
esta forma, la sociedad ecuatoriana termina siendo criminalizada, todos se
convierten en sospechosos de traición, de terrorismo, de rebelión, todos son
objeto del Nuevo Código Integral Penal.
La norma que garantiza la vida social de toda persona es suspendida
cuando el poder jurídico es un instrumento de dominación.
Avishai
Margarit sostiene que: “…una sociedad
decente es aquella cuyas instituciones no humillan a las personas” (Avishai, 1995, pág. 32) . Si se acepta
esta premisa, se puede afirmar que cuando un gobierno instrumentaliza la
institución de la justicia (instituida para garantizar a cada ser humano lo que
como miembro de una sociedad le corresponde como derecho) para oprimir a los ciudadanos, es un Gobierno indecente
que está pervirtiendo una sociedad que busca ser correcta o decente. Hay que
recordar que una de las demandas más importantes de las movilizaciones
populares, de fines del siglo pasado y comienzos de éste, fue abrir la
discusión sobre el Sumak Kawsay, cuyo planteamiento básico es la construcción
de una sociedad correcta, una
sociedad digna, una sociedad justa.
Un
Gobierno indecente es aquel que institucionaliza la humillación pública de los
ciudadanos, a través de la ley o la tarima Estatal.
"Que el señor Jaime Guevara
es malcriado y mentiroso; que puede tener militancias de izquierda equivocadas;
miopes, virulentas y torpes; que además es anarco, virulento y agresivo; que
más aún tiene una enfermedad irreversible, cisticercosis, que provoca en él
virulencia extrema y ataques epilépticos desde hace décadas, especialmente
cuando tiene accesos de rabia e indignación contra quien no piense como él; que
estos ataques lo llevan a tener la mirada perdida, incapacidad de vocalizar
palabras, dificultad para expresarse y para mantener el equilibrio, todo lo
cual lo hace parecer como borracho y bajo efectos de la droga, más aún cuando
apesta a alcohol seguramente por medicinas que toma; pero de acuerdo a personas
que lo conocen y a sus propias declaraciones, no es borracho ni
drogadicto" (El Universo , 2015) .
El
irrespeto a los seres humanos es inherente a la lógica de la dominación, en la
medida en que muestra el rechazo del poder a formas de pensamiento y acción
diferentes a las establecidas por él. La
estrategia de la humillación, usada por el dominador en contra de aquellos que
disienten políticamente, apela a determinadas condiciones de la existencia de
las personas que van a ser humilladas-dominadas. La edad avanzada, las
discapacidades, la fealdad, la estatura, la contextura corporal pueden dar
motivos al dominador para humillar (Avishai, 1995, pág. 33) . Ejemplo de esta
lógica de la humillación son aquellas expresiones que se hicieron tristemente
célebres en el país: “gordita
horrorosa”, “coloraditas plásticas”, “enano latin lover”, etc. Así
también, el dominador apela a condiciones políticas o étnicas del sujeto de su
dominación para convertirlo en objeto de humillación, como por ejemplo:
“izquierda infantil” o “boba”, “políticos primitivos”, “emplumados”, etc.
La
humillación como instrumento de dominación del poder gubernamental es de
carácter público y tiende cada vez más a convertirse en un espectáculo
mediático, que expone al humillado-dominado a la mirada masiva de la sociedad.
A partir de este mecanismo, el poder busca reducir al dominado a un
objeto-espectáculo del goce perverso de una población convertida en masa
a-crítica. Al mismo tiempo, este mecanismo es una forma de pedagogía del poder
por la cual se enseña públicamente a la sociedad, lo que sucede si algún miembro, individual o
colectivo, perteneciente a ésta se atreve a contradecir las órdenes del
poderoso. En el contexto del debate sobre
la despenalización del aborto por violación, tres asambleístas de Alianza País
“osaron” discrepar con el poder ejecutivo-léase Rafael Correa-. El castigo no
se hizo esperar, de manera inmediata
fueron reprendidas públicamente y obligadas a retirar sus planteamientos
-frente a la manera de votar el artículo referido a la despenalización del
aborto- y a pedir perdón. No satisfecho con este castigo, el poder decidió
condenarlas al silencio y obligarlas a aceptar públicamente el castigo, en
otras palabras a aceptar públicamente su humillación.
En
el caso expuesto, en las líneas anteriores, se puede observar cómo el mecanismo
de dominación basado en la humillación pública busca generar la aceptación de
la víctima, con lo cual la dominación
y su violencia aparecen como legítimas. Cuando la víctima acepta su condición
de víctima, es decir acepta su culpabilidad - pues la culpa es el reverso
funcional de la victimización-, admite y
reconoce el poder de dominación como válido, con lo cual acepta su condición de
dominado. De esta manera, la dominación está consolidada. Es importante
anotar que el poder de dominación gubernamental es patriarcal, y en el
caso particular que se analiza, es machista. La humillación pública de las tres
asambleístas de A.P., además de las características anotadas, es profundamente
machista. Tómese en cuenta que el que oficia el castigo es el Presidente, un hombre, que castiga a las mujeres
asambleístas sobre la base de acusarlas de “traición”, de engaño, de
deslealtad, en relación a un tema cuyo debate, además, el Presidente lo coloca
en el marco de la moral patriarcal.
El
que las asambleístas hayan aceptado el castigo y la humillación pública dice de
su incapacidad de exigir que se les respete, a pesar de que son conscientes de
su derecho a la libertad de expresión. Este comportamiento afirma la estrategia
pedagógica del poder que busca educar a la población para que acepte la
humillación, es decir acepte la violación de su dignidad como algo legítimo. La
idea es privar a la víctima de su
justa indignación contra el poder que la está maltratando. “Lo mínimo que se espera de una víctima es que se rebele contra el daño
que se le causa y contra quien se lo causa” (Avishai, 1995, pág. 35) . Al contrario de
esto, las asambleístas, en un acto de auto humillación, consienten la violencia
que se ejerce contra ellas, reconocen el castigo como algo merecido y afirman
la culpabilidad señalada por el poderoso.
Quizá
en la lógica del poder que se desarrolla al interior de A.P., al estilo
estalinista, se es más culpable si no se acepta que se es culpable. La lógica sería, hay que aceptar la culpa en
nombre del proyecto a pesar de saber de su inocencia, pues es necesario
sacrificarse por los altos valores de la “revolución”. O quizás la razón no sea
tan política, sino más bien personal: no poner en peligro el lugar dentro de
A.P., el lugar otorgado por el señor
presidente. Sea cual fuere la razón de esta aceptación, lo que queda claro
es el funcionamiento del mecanismo de la humillación pública como estrategia de
sumisión.
La
humillación, como mecanismo de dominación, es propia de gobiernos que
transgreden los derechos de los gobernados, en otras palabras, que irrespeta a
los mandantes. No hay muestra más clara de humillación que la ejercida por la
dominación estatal-gubernamental cuando
viola los derechos, ante todo aquellos que protegen la dignidad humana. El
gobierno de la Revolución Ciudadana, más allá de su retórica revolucionaria, ha
implementado una política sistemática de violación de derechos. La permanente
violación de los derechos de la naturaleza establecidos en la Constitución del
2008 –ampliación de la frontera petrolera, reforma a la ley minera, explotación
en el Yasuní, etc.-; la violación a los
derechos laborales de los servidores públicos
-renuncias obligatorias-, jubilaciones anticipadas, incremento de requerimientos
laborables, inestabilidad contractual, etc. - ; violación a la libertad de
asociación – decreto 106, caso Luluncoto, caso Fundación Pachamama -; violación
a la libertad de opinión, comunicación y expresión – Ley de Comunicación,
sanción y juicios a periodistas, sanción a medios de comunicación, etc.-;
violación al derecho a la resistencia – nuevo Código Integral Penal,
criminalización de la protesta social, persecución a dirigentes sociales,
etc.-. Todas estas formas de violación de los derechos no son otra cosa que
formas de humillación a la vida humana.
Los gobiernos que no cumplen con su obligación de garantizar el respeto
a los derechos de las personas actúan de manera humillante. Peor aún son los
gobiernos que se autodefinen como garantistas de derechos e irrespetan los mismos,
pues no solo que humillan por irrespetarlos, sino por engañar a la sociedad y
hacen de ella una sociedad indecente,
una sociedad que acepta la humillación (Avishai, 1995, pág. 36) .
La
humillación pública busca que el dominado se sienta un ser desgraciado,
avergonzado y deshonrado frente a la mirada de la sociedad a la cual pertenece.
Sin duda la humillación lesiona la dignidad del ser humano, razón por la que constituye
la más abyecta forma de dominación.
Casos arato jurídico como dispositivo de dominaicón
Caso descripción
Clever Jiménez
Injurias al Presidente de la
República Rafael Correa Delgado.
Acusación de hackeo de cuentas
de correo electrónico de personas de Alianza País.
Pago de una suma de 140 mil
dólares para indemnización del Presidente por injurias y maltrato.
Apertura de las
investigaciones para nuevo juicio político por hackeo de cuentas del gobierno
oficialista. -2014-2015
Fernando Villavicencio
Injurias al Presidente de la
República Rafael Correa Delgado.
Acusación de hackeo de cuentas
de correo electrónico de personas de Alianza País.
Juez nacional Luis Enrique
prescribe la pena de un año de prisión por injurias al Presidente.
Pago de una suma de 140 mil
dólares para indemnización del Presidente por injurias y maltrato.
Apertura de las
investigaciones para nuevo juicio político por hackeo de cuentas del gobierno
oficialista.
-Inicios de
2014-2015
Carlos Figueroa
Médico y activista acusado por injurias al
presidente.
Enero del 2015 presidente de
la República denuncia nuevamente al perseguido político por “reincidencia” Versiones
diferente a las del Gobierno oficialista en el caso del “30 S”
Seis meses de prisión
Caso del 30 Septiembre en
2010-Inicios del 2014 por injurias.
Año 2015 por reincidencias.
Pepe Luis Acacho
Defensor de los derechos de
los pueblos indígenas.
Denuncia al gobierno de querer
privatizar el agua.
Acusado de terrorista por
parte del Gobierno.
En febrero
del 2011 es detenido y acusado de sabotaje y terrorismo.
Detenido en un operativo
combinado entre la policía y el ejército de Macas, siendo trasladado con
fuertes medidas de seguridad a la ciudad de Quito a la Cárcel de máxima
seguridad.
Inicios del 2011
Francisco Endara 30 de Septiembre
Activista que pide la libre
expresión en el Ecuador.
Perseguido y calumniado desde
el canal de gobierno Ecuador Tv.
Detenido el 27 de enero por
aparente vinculación con la toma violenta de las instalaciones de la televisora
estatal Ecuador TV.
2011
Coronel Galo Monteverde 30 de Septiembre
Toma violenta de las
instalaciones de Ecuador tv.
Acusación de sabotaje y
terrorismo.
Sin juicio establecido pero
petición de 8 a 12 años de reclusión.
2010
desde el 30 de septiembre.
Dr. Pablo Guerrero 30 de Septiembre.
Toma violenta de las
instalaciones de Ecuador TV -
Denuncia por golpe de Estado
el 30 de septiembre de 2010
Recibe asilo político por
parte de la República de Checa.
A partir del 30 de septiembre
del 2010 hasta julio de 2012 cuando recibe asilo político exterior.
Pablo Chambers Lectura de contratos “Hermano del Presidente”
Conformación de veeduría
ciudadana que investigó los contratos entre las empresas relacionadas con
Fabricio Correa y el Estado.
Amenaza constante por parte
del gobierno a l tener resultados de la veeduría poco favorables para ellos.
Enero del 2011
Coronel Patricio Haro Caso de 30 septiembre.
Pretender alterar el orden
social, el orden público y herir el honor nacional.
Declarado culpable por parte
del tribunal segundo de garantías penales de Pichincha.
Sentenciado por un supuesto
delito contra la seguridad interna del Estado
2010
Gerardo Portilla
Lectura de contratos “Hermano
del Presidente”
Conformación de veeduría
ciudadana que investigó los contratos entre las empresas relacionadas con
Fabricio Correa y el Estado.
Amenaza
constante por parte del gobierno al tener resultados de la veeduría poco
favorables para ellos.
Enero
del 2011
Néstor Marroquín
Denuncia varias
irregularidades en la emisión de cédulas de ciudadanía en especial el
otorgamiento a miembros de las FARC-EP.
Condena 3 años de prisión
correccional emitida el 30 de mayo de 2011.
Libertad obtenida tras 23
meses de prisión el 9 de enero de 2013.
A partir del 30 de septiembre
de 2010.
Hugo Loza
Caso
petrolero Palo Azul
Caso del 30 de septiembre
Denuncia pacto perverso entre
el gobierno de Rafael Correa, el Fiscal Chiriboga y Lucy Blacio en contra del
Estado por la nulidad del caso Palo Azul.
Amenazas por parte del
gobierno de Rafael Correa Delgado. -Año
2012
Mauricio Alarcón Salvador Caso Fundamedios
Medidas gubernamentales de
disolver Fundamedios, organización de la sociedad civil dedicada a la promoción
de la libertad de expresión y libertad de medios en el país.
SECOM notifica a Fundamedios
su procedimiento de disolución por difundir mensajes con tintes políticos.
2015
Diego Vallejo
Denuncia
de casos de corrupción en el actual régimen de gobierno.
Pena de un año de prisión por
asociación ilícita y tenencia ilegal de armas.
Detenido el 29 de junio de
2012.
Fernando Balda -Atentar contra la seguridad
del Estado.
Estado lo denuncia por
supuesta central de espionaje del gobierno.
Pena por delito de injuria.
Condena de un año y diez meses
Año 2013
Mery Zamora
Participación en la revuelta
policial del 30 de septiembre de 2010.
Declaratoria de inocencia por
supuesta participación en revuelta policial.
27 de mayo de 2014 es acusada
de rebelión y sabotaje por haber incitado a los alumnos de un Colegio de
Guayaquil.
Desde el 30 de septiembre de
2010, re-activando el proceso penal en 2014 por nuevas acusaciones.
Paúl Jácome
Implicación en el caso del 30
de Septiembre
Cárcel de un año por
implicación en el caso del 30 de septiembre.
Inicios de 2014.
Xavier Cajilema
Implicación en el caso del 30 de
Septiembre
Cárcel de un año por
implicación en el caso del 30 de septiembre.
Inicios
de 2014
Edwin Lasluisa
Cárcel de un año por
implicación en el caso del 30 de septiembre.
Cárcel de un año por
implicación en el caso del 30 de septiembre.
Inicios
de 2014
Caso Luluncoto
Juicios contra 10 personas por
supuestamente atentar contra la seguridad del Estado.
Abigail Heras
Ana Campaña
Víctor Vinueza
Pablo Castro
Fauda Tapia
Héctor Estupiñan
Santiago Gallegos
Royce Gómez
Luis Merchán
César Zambrano.
Captura por colocar bombas
panfletarias que detonaron en Guayaquil, Quito y Cuenca.
Un año de prisión
Los 26 de Saraguro
Participación en protestas el
17 de agosto de 2015.
Denuncia de los detenidos al
ser capturados después de haber sido violentados sus domicilios.
-Detenidos por protestas en
Saraguro Provincia de Loja.
Prevención preventiva de 30
días.
Agosto 215.
Xavier Bonilla
Censurado por caricaturas
políticas
Hostigamiento” y censura que
presuntamente sufren periodistas y cibernautas por parte del gobierno de Rafael
Correa.
Perseguimiento y burla
continua por parte del gobierno ecuatoriano al caricaturista.
Proceso de desvalorización del
mismo. -Desde comienzos del 2013 con la
nueva ley de comunicación.
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