lunes, 4 de abril de 2016

El capitalismo es mafioso


El capitalismo actual se basa fundamentalmente en el sistema financiero internacional. Esos megacapitales, que no tienen patria, que responden sólo a la lógica del dinero fácil y rápido, se mueven en un espacio de extraterritorialidad ajeno a leyes nacionales, a superintendencias bancarias, a convenios internacionales. Ese espacio no controlado (igual que el del negocio de las armas o de las drogas ilegales) –y que impone en muy buena medida la marcha del mundo– es el de los llamados paraísos fiscales y la banca offshore. (Colussi:2014)


Los  documentos de Panamá destapan el secreto más conocido por el mundo: que el capitalismo es un sistema absoluta y fundamentalmente corrupto, en el cual los negocios sucios no son la excepción sino la regla de la actual acumulación de capital.

El  último proceso de globalización capitalista, cuya emergencia se la puede situar aproximadamente en los años 70s del siglo pasado, se caracteriza por el dominio de la especulación financiera como motor de la acumulación de capital. La lógica de especulación financiera se fortalece al tiempo que alimenta los negocios ilícitos como el tráfico de personas, órganos, drogas, armas o sustracción indebida de recursos públicos y privados  etc., ya que acumula y negocia con dinero sin poner restricciones al origen del mismo.  Como es obvio, los negocios ilícitos mueven mucho más dinero que los lícitos, dinero sucio que es lavado y legalizado por la especulación financiera.  Así, en el escenario actual de la acumulación, el capitalismo mafioso articulado a la especulación financiera no es una realidad marginal, sino que cada vez ocupa el núcleo central de la economía global.

Al tiempo que aumenta los montos de dinero sucio que se lava, la especulación financiera se ensancha y con esto se estimula aún más el capital criminal que termina siendo la esencia vital de la reproducción de la economía capitalista globalizada.  

“El capitalismo ha pasado a ser, lisa y llanamente, una mafia. La corrupción sistemática ya no es una enfermedad del sistema, un cuerpo extraño que lo ataca: es su dinámica cotidiana, lo que constituye y define su forma actual.” (Colussi: 2014) Muy parecido a como actuaba el capitalismo en su primera o primitiva expansión  y acumulación, es decir como empresa de conquista,  el capitalismo actual ya no es manejado y controlado en el marco de las regulaciones del estado nacional, sino por las megacorporaciones financieras, secretamente emparentadas con el crimen organización extendido por el planeta. Al igual que las primeras empresas de conquista y colonización capitalista, el capitalismo contemporáneo es cada vez más una mafia, corrupta y delincuencial que busca la ganancia rápida y fácil que  una empresa productiva. La actual acumulación de capital, por lo tanto, no respeta ninguna norma, ninguna regulación; la norma es violar las normas y valores que en un momento pusieron límite a su voracidad.  

Lo que se acaba de evidenciar con el escándalo de los papeles de Panamá es el nuevo diseño corrupto del movimiento económico mundial, que asegura el éxito de la acumulación y reproducción de capital con prácticas que realmente poco tienen que ver con el orden empresarial burgués de antaño, no así con el orden criminal. El proceso incierto de valorización y por lo tanto de ganancia que caracteriza al capital productivo es superado por la ganancia  asegurada a cualquier precio. No importa si para ganar hay que  expropiar, despojar, expulsar violentamente a pueblos y comunidades; no importa si hay que asesinar, torturar, esclavizar a seres humanos; no importa si hay que traficar con personas, drogas, armas, órganos humanos; no importa si hay que invadir naciones, provocar guerras, bombardear ciudades, inventar epidemias, etc. Toda atrocidad a la vida queda justificada por el crecimiento económico que no es más que acumulación desenfrenada de capital.       
El planeta ha sido convertido en un territorio dividido no por las fronteras de los Estados Nacionales, sino por los corredores de circulación de capitales mafioso, que se disputan las ganancias de los negocios sucios más lucrativos. Un  territorio controlado por el maridaje entre las grandes corporaciones y multinacionales sobre todo financieras con el crimen organizado de las mafias y las bandas delincuenciales.
Lo que revela los papeles de Panamá es que a nivel macro no existe una economía legal diferente y diferenciada de la economía ilegal, criminal y mafiosa.  Jefes de Estado políticos, empresarios, traficantes de armas, comerciantes de arte, dirigentes deportivos, futbolistas, narcotraficantes, estrellas de cine, abogados, financistas, actores, políticos, etc., son los ganadores de este atraco a la riqueza social del planeta.  En el mismo fango de la empresas Offshore (Mossak Fonseca) y de bancos que venden confidencialidad de las ganancias sucias o de evasión fiscal están presidentes como Putin, Peña Nieto, Macri, los Kirchner, los primeros ministros de Islandia y de Pakistán entre otros muchos; futbolistas como Lionel Messi, Iván Zamorano; empresarios de medios de comunicación como Ricardo Salina Pliego de TV Azteca, Alfonso de Angoitia Noriega de Televisa; actores como Jackie Chan o Directores como Pedro Almodovar;  empresarios del deporte como Michel Platini; narcotraficantes  como Joaquín el Chapo Guzmán o el desaparecido Pablo Escobar; en el Ecuador políticos de alto nivel, nada menos que el Fiscal General de la Nación etc. La lista es largo, pero lo único cierto es que políticos y empresarios de “alto” nivel están enredados con grandes narcotraficante. Al final son parte de la misma economía mafiosa y corrupta.  

Así también, empresas legales como farmacéuticas, armamentos, cinematográficas, televisoras, deportivas, despachos de abogados, bancos están obscenamente enredadas con empresas criminales de narcotráfico, tráfico humano, contrabando, desfalco fiscal, tráfico de diamantes, de obras de arte, etc. En definitiva, lo que ha quedado evidenciado es una red de acumulación ilegal de capital basada en evasión de impuestos, desfalco fiscal, tráfico ilícito  que  se extiende por todo el planeta y se oculta en empresas “legales”.  

Es importante señalar que si bien hay individuos corruptos, mafiosos, ladrones, criminales, hay principalmente una estructura económica mafiosa que se impone a la voluntad individual, y que no es más que el resultado de relaciones económica basadas en la explotación de los seres humanos y de la naturaleza  que en su desarrollo histórico necesariamente iban a llegar a destrozar todo marco de legalidad, democracia y humanidad. Es, así, urgente para la vida humana superar la economía capitalista e ir hacia la construcción de un otro orden económico.

Referencias

Colussi, Marcelo (2014) El Capitalismo Mafioso

https://www.plazapublica.com.gt/content/el-capitalismo-mafioso

1 comentario:

  1. Me interesaría compartir con usted un artículo mío sobre lo que denomino el lumpenEstado o el Estado criminal. Ojalá pudiera escribir a mi correo electrónico r.dariocastroo02@ymail.com

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