El perverso
racismo de las élites
A propósito de los sucedido el día 28 de este mes en la sede
de Pachakutik, cuando dirigentes de la CONAIE acompañados de varios compañeros
de las bases impidieron que se dé la reunión de la “unidad” opositora al correismo,
en razón de que ésta no es posible sino con grupos afines y no con la vieja
derecha remozada, responsable histórica de las inequidades e injusticias
sufridas por los pueblos del Ecuador, es necesario y ético responder a los
juicios racistas que se han emitido ante este hecho.
1.
Es
indispensable dejar claro que el correismo es responsable de la crisis
económica que afronta el país, debido a su política entregada a los interés de
grupos de poder nacional y transnacional y también a su incapacidad de manejar
la riqueza social; es responsable de la crisis política por la dirección
autoritaria, represiva y antidemocrática en la administración del Estado; es
responsable de la crisis ética por los escándalos de corrupción gubernamental
de estos 9 años y por el cinismo en afrontarlos, así como por su deshonestidad
con el pueblo que lo apoyó; es responsable de la crisis ideológica por la
enorme confusión que han provocado al manipular y utilizar el discurso y la
simbología de la izquierda, de la lucha social y del movimiento indígena a
favor de su proyecto de derecha.
2.
Ahora
bien, la necesidad de enfrentar al correismo por la deploraba situación en la
que ha hundido al país, que además revela su continuidad con la política de la
vieja derecha que ha gobernado este país, no justifica de ninguna manera que
los movimiento sociales y particularmente el movimiento indígena tengan que ir
en unidad con la derecha que los ha oprimido, explotado y excluido durante la
historia de dominación colonial y capitalista.
La
explotación económica, la exclusión social y la opresión cultural que han
padecido los pueblos indígenas, los
campesinos, los obreros, las mujeres, las otredades en general durante
la historia de esta sociedad, se debe a la ideología de dominación colonial y
capitalista implementada por la derecha que ha gobernado este país en
complicidad con el capital internacional. Ideología que se ha objetivado en
relaciones e instituciones de dominación que han despojado y oprimido a los
pueblos ancestrales e históricos que cohabitan en este territorio. Así, la dominación no se inscribe solo en el
periodo correista, sino que viene desde la época colonial y ha continuado en la
republicana gracias a los grupos de la derecha o a grupos serviles a la misma.
Esta
historia de dominación ha sido resistida con la lucha permanente de los pueblos,
y en las últimas tres décadas principalmente con la lucha y dirección política del
movimiento indígena y de su organización la CONAIE. El proyecto de emancipación
de los pueblos es radicalmente contrario a los intereses de los grupos de
poder, es decir la derecha. Lo que los pueblos exigen es acceso equitativo a la
tierra, al agua, a la producción, pues ellos son los que han trabajado para
sostener esta sociedad. Es decir, los pueblos demandan la desconcentración,
desprivatización, desacumulación, justamente lo que la derecha ha evitado
porque afecta sus privilegios y sus negocios de clase. Estas demandas por obvias razones se oponen a
los tratados de libre comercio, en los que el correato y la vieja derecha
coinciden y por lo tanto en rigor están juntos. Los pueblos demandan terminar
definitivamente con la política extractiva que devasta la naturaleza, sus
territorios y su vida social y cultural que en ellos acontece; al contrario el
correato y la vieja derecha se juntan en su visión de producción destructiva de
la vida con sus negocios petroleros, mineros, agro tóxicos, transgénicos, etc.
Los pueblos demandas salarios justos y equitativos que vayan acabando con la
explotación del trabajo y el correato lo que ha hecho en lo laboral es
beneficiar a muchos grupos empresariales nacionales unos y transnacionales
otros. De hecho, uno de los grupos más beneficiados económicamente es el financiero
y dentro del, el Banco de Guayaquil. Ciertamente como dice Correa, Lasso
debería ponerse la camiseta de PAIS porque ha sido uno de los mayores favorecidos
por el gobierno correista. Deberían juntarse.
En
definitiva si se piensa desde el plano económico, los pueblos pelean por romper
las relaciones de acumulación capitalista que enriquecen a la derecha, en tanto
que expresión ideológica del poder económico, sobre la base de la explotación, expropiación y
devastación de la vida social, cultural y natural.
A nivel
social, los pueblos históricamente
excluidos demanda acceso a la salud no para ser mejor explotados, sino para
mejor vivir; el acceso a la educación no para convertirlos en siervos sino para
ser pueblos libres; la aceptación y el acceso a sus diferencias culturales;
acceso a la vida política con soberanía y equidad cultural, es decir
radicalizar la democracia participativa y directa en el marco de una
organización política e institucional pluricultural y plurinacional; el respeto
irrestricto a sus derechos humanos individuales y colectivos. Es decir demanda
democracia real.
Es cierto
que en el correato, por su patrón autoritario de gobierno, han sido limitados
muchos derechos civiles como la libertad de prensa, expresión, comunicación,
opinión, asociación que han afectado no solo a los pueblos, sino a muchos
sectores ciudadanos e incluso a algunos sectores de la derecha. Pero también es
cierto que los juicios por terrorismo y sabotaje, la persecución, el chantaje, la
cárcel etc., lo han sufrido principalmente los dirigentes de los pueblos y las
organizaciones sociales, que han sido los que se mantienen permanentemente
movilizados y resistiendo por la defensa de la vida. Es también cierto y no podemos olvidar que
muchos de los líderes de la derecha, sino todos, que hoy reclaman la unidad en
contra del correismo, cuando fueron gobierno persiguieron, encarcelaron,
torturaron, asesinaron a los dirigentes sociales que luchaban contra su
dominación de turno, como sucedió en la época del socialcristianismo. Cómo
pretenden ahora que las víctimas se pongan a su lado como si nada hubiese
sucedido, eso sería perder la dignidad humana.
Tan autoritario y represivo es el correismo como fue la vieja derecha
que hoy pone rostro humano, si de represión contra el pueblo se trata debería
juntarse, que son realmente próximos. No
se diga ciertas figuras que hasta hace muy poco estuvieron en el correato
apoyando su política autoritaria, aprobando leyes represivas, acabando con la
seguridad social, etc. Hoy cuando el proyecto que tanto apoyaron entra en
declive salen de inmediato y cínica y oportunistamente se ponen del “otro” lado
y quieren que los pueblos y los movimientos sociales que sufrieron su represión
les abran los brazos y se junten a ellos. Si no tienen sensatez ideológica y
ética al menos debería tener vergüenza.
3.
Sin
siquiera hacer un poco de memoria, algunos sectores de la sociedad se hacen eco
del “reclamo” de la derecha de que “los indios” le están haciendo el juego al
correismo por no aceptar una unidad”, la misma que no tiene ninguna razón ni
ética ni histórica ni ideológica. Que
curioso, que cuando los mismos pueblos
ancestrales se movilizaban en contra de las políticas autoritarias del
correismo, éste salía a decir lo mismo: “los “indios” le hacen el juego a la
derecha”. Es realmente obsceno el
racismo de las élites de este país, son tan reaccionarias que repiten esa
concepción ideológica nefasta del colonialismo más perverso, que acusaba a los
pueblos ancestrales de ser los responsables del “retraso de la patria”, “del
subdesarrollo”, por ser “primitivos”, “infantiles”, “manipulables” y tantas
otras obscenas ideas de derecha que raya en el fascismo. En su visión racista también se parecen tanto
que ya están juntos
Expresan
sorprendidos “el bochornoso” acontecimiento sucedido en la sede de Pachakutik,
y no parece que entienden que Pachakutik se debe a la dirección política de la
CONAIE y ésta al movimiento indígena. No han criticado tanto que Correa decide
a espaldas de la ciudadanía? lo cual es cierto, pero la vieja derecha como es
obvio también ha gobernado siempre a espaldas del pueblo. Por qué se sorprenden
que la CONAIE exija a la dirección de Pachakutik que no tome decisiones a
espaldas del movimiento. Es correcto que la dirigencia indígena interpele a
Pachakutik por su imperdonable equivocación, es política, ética e
ideológicamente coherente. Además es correcto también que lo hagan
públicamentente, que expongan sus diferencias a la sociedad y no lo hagan
escondidos, como el correato y la derecha lo hacen encerrados en sus despachos,
hasta que ya no lo pueden ocultar.
Parece que
la oposición de derecha quiere repetir la confusión ideológica del correismo, en
la cual bajo la figura del caudillo se han juntado izquierda y derecha correista,
pero donde obviamente ha gobernado la
derecha. O acaso quieren nuevamente utilizar la lucha de los pueblos para
llegar al gobierno y gobernar para defender sus intereses, igual que lo hizo el
correismo y el gutierrismo? Actúan tan parecido que debería juntarse.
No, no es
correcto que los pueblos que lucha en contra de la dominación y por su
liberación se una a los dominadores.
Que la
derecha emprenda la lucha anticorreista que considere, aunque ciertamente
coinciden tanto que muy probablemente terminen juntos.
4.
Por
último, interpelo a la sociedad que por nuestra dignidad como seres
humanos rechacemos el racismo de las
élites políticas, así como ha rechazado el racismo correista. Personalmente doy
las gracias a la lucha de los pueblos, y particularmente de los pueblos
ancestrales, pues los avances que esta sociedad ha tenido en equidad, justicia
y respeto a los derechos humanos no ha sido ni por la derecha que hoy quiere poner
rostro humano ni por el correismo cómplice de la historia de dominación, sino
por la resistencia digna de los trabajadores, de las mujeres, de los
ecologistas, de los estudiantes, de las otredades sexogenéricas, de los
campesinos y principalmente de los pueblos ancestrales.
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