La insensatez de los tecnócratas en el poder
La última semana de enero, la
sociedad ha sido testigo de la arremetida que el gobierno correista ha hecho en
contra la Universidad Andina Simón Bolívar. Muchos analistas y la misma
comunidad universitaria de la Andina han expuestos los argumentos legales,
políticos y éticos de la legitimidad de la elección del nuevo Rector de la
institución Dr. Cesar Montaño y por lo tanto de la arbitrariedad autoritaria del gobierno. Sin embargo de lo
cual el gobierno mantiene su posición no solo arbitraria sino necia en relación
a la Universidad.
La pregunta que surge es ¿por
qué? Y ciertamente no hay una sola respuesta de esta actitud tan necia. Me
permito dar algunas de las posibles razones, si así se las puede llamar, de
semejante obcecación gubernamental.
1.
La primera y la más evidente es que las personas
que dirigen el gobierno, comenzando por el primer funcionario, no tiene
capacidad de raciocinio para comprender que hay algo que se llama legitimidad y
que es infinitamente superior a leyes y más aún a las absurdas forjadas a
conveniencia de los grupos de poder. Son incapaces de comprender que las leyes
deben sostenerse en la legitimidad que les otorga la sociedad en su ejercicio
democrático. El Dr. Montaño tienen el respaldo de la comunidad universitaria de
la Andina, lo cual evidencia la legitimidad de su nombramiento más allá de cualquier
manipulación politiquera y leguleyada con beneficio de inventario.
Si nos remitimos a la norma que tanto reclama el gobierno que
ha sido violada, no se entiende como no sea válido el título que la universidad
da a uno de sus estudiantes, como habilitante para ejercer un cargo en ella. De
plano es como decir, los títulos de esta universidad no valen para ejercer la
profesión en ésta, entonces uno se pregunta ¿para qué dan títulos? Seguramente
dirán que por la precariedad e irregularidades de algunas universidades que
fueron intervenidas, los títulos son puestos en duda. Sin embargo el que algunas universidades
tengan irregularidades no puede ser el criterio
para establecer semejante ley, y menos en una Universidad que es reconocida
nacional e internacionalmente por su calidad académica.
O quizá estén actuando sobre su propia autovaloración
profesional. Es obvio que personas que actúa de esta forma tan irracional no
solo que no podría ser rectores de ninguna universidad, sino peor aún autoridades
gubernamentales. Es claro que estos funcionarios
públicos pasaron por la universidad pero ella no paso por ellos, más aún parece
que no lograron entender la elemental lógica del convivir social.
2.
La segunda tienen que ver con el poder en su ejercicio
más irracional y por lo tanto obsceno. El
correismo ha implementado en estos 9 años un ejercicio autoritario en el manejo
del poder estatal. Se ha construido leyes que claramente buscan el control
autoritario de la sociedad, no solo de aquellos sectores que legítimamente resisten
a la política gubernamental por considerar que afectan sus derechos humanos,
sino de la sociedad en general. Una muestra clara de lo que se anota es la Ley de Comunicación en sus artículos de control
y sanción a la expresión, opinión y pensamiento no solo de los medios, sino y
fundamentalmente de los ciudadanos; el nuevo Código Integral Penal en el cual,
solo para poner dos ejemplo, se criminaliza el derecho de la mujer para decidir
sobre su vida en lo que tiene que ver con el aborto, así como el derecho a la
protesta social; la Ley de Universidades con la que prácticamente acaban con la
autonomía universitaria y que hoy con claridad lo vemos en la ilegítima
intervención a la UASB.
El gobierno no sabe sino gobernar con el más irracional
autoritarismo de herencia monárquica, totalitaria y fascista, que niega los principios de la democracia en
su sentido más restringido, los principios de la ética de la buena convivencia y
los principios humanos básicos para poder garantizar la misma existencia
social. Lo único que les importa es
hacer cumplir la ley a raja tabla sin criterio histórico y social, sin juicio crítico, sin razón. La ley por la
ley que solo afirma el poder de dominación y la pequeñez humana del dominador.
Estos tecnócratas que nos gobiernan, algunos de ellos graduados en el
extranjero, parece que se quedaron en la época de las enseñanzas que Nicolás
Maquiavelo le daba al príncipe. No se
dan cuenta que ya ha pasado más de medio milenio de que este texto fue escrito, y ya han habido
cientos de debates políticos que lo han superado, no solo por las
transformaciones históricas, sino por el avance en los procesos democráticos.
Tampoco se dan cuenta que no son príncipes.
3.
La tercera respuesta quizá es que quieren poner
un rector correista para ocupar una institución superior más, que se sume a la
lista de las que se han apropiado y de las que han creado. El asunto es para qué, por un compromiso
académico autónomo y serio no es, pues se conoce como han manejado las universidades
directamente a su cargo y se conoce que éstas no van para atrás ni para
adelante, lo que muestra su incapacidad para dirigir centros de educación
superior, centros de pensamiento. De
hecho, el correismo es un muy buen ejemplo, aunque un poco caricaturesco, de lo
que Herbert Marcuse denominaba pensamiento unidimensional, que obviamente es un
pensamiento menos que débil. Pero al
final los argumentos académicos no interesan cuando se trata de conseguir un
lugar donde ir a exiliarse con privilegios.
4.
Por último, la cuarta respuesta posible es el también el irracional
capricho del caudillo. En su ya demasiada conocida e irracional
manera de actuar, el primer funcionario dijo: “Esta universidad, si no cumple la ley ecuatoriana, se va del país,
salgan a las calles quienes salgan; yo prefiero perder mi cargo a permitir este
insulto al pueblo ecuatoriano”. Para
cualquier mente sensata, esta frase no expresa sino otra de las tantas rabietas presidenciales, con la
que busca chantajear a sus subalternos para que cumplan con su capricho de
caudillo.
Lo cierto es que independientemente del motivo por el que el
gobierno quiere tomarse arbitrariamente la UASB, ante semejante sinrazón de 9 años solo
queda decir, parafraseando a Víctor Hugo, que un infierno inteligente sería
mejor que el estúpido paraíso que A.P
nos quiere vender como revolución. ” Y a su máximo líder se le debería decir,
como dice un gran amigo, no es obligación
hablar. Y por último, los actos de muchos funcionarios de este gobierno nos
llevan a reflexionar sobre el principio de Hanlon: “Nunca atribuyas a la maldad
lo que puede ser explicado por la estupidez”
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