viernes, 21 de octubre de 2016

La OTRA política, 30 años de dignidad humana
en agradecimiento a Acción Ecológica



El día martes 18 de octubre, mientras se realizaba  la conferencia mundial  Habitat III donde los tecnócratas del poder político mundial,  a puerta cerrada y a espaldas de la sociedad decidían, el destino de la humanidad para los próximos 20 años, Acción Ecológica conmemoraba 30 años de lucha ininterrumpida por la defensa del medio ambiente y de los pueblos que lo habitan, con sus puertas abiertas y con todas las personas que construyen día a día la vida.

  
En un acto ético y emotivo las compañeras ecologistas hicieron un reconocimiento público a los pueblos, movimientos, organizaciones, colectivo e individualidades que en estos 30 años ha resistido y luchado por defender la naturaleza, sus territorios y su vida de la voracidad de la depredación capitalista, sostenida y promovida por los Estados miembros de la  ONU.

Entre uno y otro evento existe una diferencia abismal y una indiscutible contradicción, que manifiesta las dos caras de la globalización.
   
Por el norte, el  evento de Naciones Unidas es la muestra más clara de la política como ejercicio del poder de dominación y exclusión, en el cual los profesionales tecnócratas de la política mundial hacen de ésta su espacio de poder, al servicio de los intereses de la reproducción del orden del capital en su expansión neoliberal. El carácter dominante de  la política oficial  se puso de manifiesto en la paradoja de su organización. Naciones Unidas se reúne para debatir sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible, obligando a cercar el recinto de la reunión. Nadie puede pasar si no tiene registro, y los que pasan no discuten sino oyen lo que dicen los expertos. A espaldas de las ciudades concretas y las personas que las habitan quieren definir lo que para éstas es bueno. ¿Cómo un puñado de tecnócratas de alto nivel   que viven en los países centrales y, dentro de ellos, en los centros urbanos con todo el lujo y el privilegio que sus sueldos de burocracia dorada les permite, pueden saber sobre la falta de vivienda, los desalojos, las expropiaciones, las exclusiones, las expulsiones, la violencia, la pobreza, la contaminación, el hacinamiento, el aislamiento, la fragmentación a la que el modelo urbano industrial ha condenado a las ciudades en general y a las periféricas en particular?

Por los sures, el acto ético que ofreció Acción Ecológica es, al contrario, la nítida expresión de la política como ese espacio ciertamente democrático que los pueblos, a través de sus organizaciones, abren para debatir sus problemas comunes y luchar en contra de las imposiciones destructivas de los burócratas  funcionarios  del capital y sus corporaciones globales. Un acto que revela al ser político ético real, que no espera vivir de la política y el poder que ésta le puede proporcionar, sino que se entrega al servicio de las causas de la emancipación humana, consciente de que la única recompensa es saber que camina en búsqueda de justicia y con ello resguarda su dignidad.

Las y los compañeros de Acción Ecológica han dedicado su vida a las luchas por la defensa de la naturaleza y de los pueblos que la habitan, renunciando a cualquier privilegio que el silencio encubridor o el conformismo degradante pudo haberles otorgado.  Poseen la  dignidad que les confiere la rectitud que, durante su vida de lucha, ha demostrado con los valores de humanización: respeto por el otro natural y el otro humano, cuidado por la vida toda, libertad para ser libres, deseo por un nuevo por-venir, pasión por la lucha cotidiana junto a los pueblos, esperanza.

Al cumplir sus 30 años de lucha inquebrantable, su humildad ética les lleva no a un legítimo y justo  auto reconocimiento, sino a reconocer a los pueblos, movimientos, organizaciones,  colectivos e individualidades a quienes, en estas tres décadas, ellos y ellas han acompañado en estas difíciles historias de resistencia. Este es el ejemplo de la política humanizante, la que no busca poder y privilegio, la que trabaja por desmontar el poder y el privilegio que esclaviza al ser humano y destruye la naturaleza.  Con seres humanos como ustedes cómo no seguir caminando.

INFINITAMENTE GRACIAS COMPAS, SIN USTEDES ESTA  IZQUIERDA SEGUIRÍA TUERTA


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