La aversión del correísmo a la organización social popular
El servidor correísta, que funge
de ministro de educación, cumpliendo las órdenes de su jefe resuelve disolver una
de las organizaciones sociales históricas más fuertes de país como es la Unión Nacional de Educadores del Ecuador
(UNE), con el tramposo argumento de incumplimiento de sus estatutos y
reglamentos.
Nadie les cree, hemos sido
testigos directos y afectados durante estos 10 años de gobierno de A.P. de la
aplicación sistemática de una política perversa de persecución, agresión y
liquidación de todo lo que al correísmo le huele a organización social. Con
este miserable acto, el correísmo ha confirmado ser el enemigo de la sociedad, ante
todo de los y las trabajadoras, y de su indiscutible derecho a organizarse en
defensa de sus intereses comunes.
Hoy, 29 de octubre del año 2016,
el Estado forjado por el correísmo como aparato de dominación y sometimiento de la sociedad y sus
organizaciones autónomas, en un acto repudiable a ingresado a las instalaciones
de la UNE para saquear sus bienes. Primero
atracaron los fondos de cesantía de los maestros y hoy atracan sus
instalaciones, a nombre de que sus aportes vienen de los salarios de los
maestros y a su vez estos provienen del Estado, por lo tanto, según el economista,
el jefe estatal puede decidir sobre
ellos. Lo que le falta decir de su genial
fórmula económica es que los bienes del Estado, según su aporte a la
doctrina de los Chicago boys, no son de la sociedad ecuatoriana sino del grupo político
que lo administra y del cual él es su mentalizador.
A este paso, no deberíamos dudar
de que en un arrebato econométrico construya una fórmula por la cual los
salarios de todos los ecuatorianos y los bienes personales que con ellos han
adquirido terminen siendo del Estado (en la forma estatal inaugurada por el
correísmo), es decir de intervención arbitraria del gobierno de A.P. En el
marco de esta lógica de poder no sería raro que, al igual que hoy irrumpen las
instalaciones de la UNE, invadan los hogares de los y las ciudadanas a nombre
de que no están cumpliendo con la moral
dictada por su Plan Familia Ecuador.
Lo cierto es que es difícil
entender lo que quieren, no por la complejidad de sus políticas estatales, sino
por su irracionalidad que en estos años ha ido en aumento. Para poner algunos
ejemplos de las arbitrariedades se puede nombra la persecución insidiosa a la
CONAIE, los ataque furibundos a los periodistas, la innecesaria y caprichosa
disputa con las FFAA, la humillación a los jubilados, la agresión a las
organizaciones de trabajadores, entre muchísimos otros ejemplos que rebasan de
sobra la actuación arbitraria de la historia gubernamental del País.
Hay dos posibles respuestas que
me atrevo a especular: 1 Quieren enfurecer a ciertos sectores de la sociedad que puedan generar su
salida anticipada del Estado? Quizá enfrentados a la fiscalización de la que podrían
ser objeto de no ganar las próximas elecciones, prefieran salir del país a
tiempo. 2. Intentan acabar con el poco respaldo popular que aún tienen para
asegurarse no ganar las elecciones y que sea otro gobierno el que enfrente el
desastre económico, político y ético que heredan al país? 3. O saben que ya
tienen asegurado el proceso electoral para ganar las próximas elecciones y simplemente están demostrando
la violencia política aumentada que
caracterizará su nuevo periodo gubernamental?
Difícil saber lo que un poder maquiavélico
y autoritario como el correísta está maniobrando. Lo único cierto es el hecho
indiscutible de que de este gobierno se puede esperar cualquier perversa
estrategia, más aún cuando ha demostrado la aversión y el temor que tiene a la sociedad
organizada.
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