Los hilos ocultos de la corrupción
La
corrupción estructural e institucionalizada que se consolidó y amplió en la última
década con el gobierno de la mal llamada Revolución Ciudadana, hoy por la
presión de la sociedad se empieza a destapar y mostrar su obscena operación por
medio del trabajo que realiza el Consejo de Participación Ciudadana y Control
Social transitorio y las nuevas autoridades de Control puestas por el mismo.
Sin embargo de esto, hay que tener en claro que los poderes económicos y
políticos tanto nacionales como transnacionales, que están implicados en esta
asociación ilícita para saquear los bienes comunes de la sociedad ecuatoriana,
no han dejado de operar. A través de redes corruptas que se tejieron entre el gobierno
(nacional y local) y las corporaciones capitalistas, legales e ilegales, estos
poderes siguen operando en la institucionalidad Estatal en sus distintos niveles.
Se
entiende que los implicados en estos execrables actos de depredación de los
recursos sociales son funcionarios públicos que tuvieron y aún tienen altos
niveles de representación política en el Estado y en los gobiernos, así como
grandes empresarios capitalistas. Corruptores y corruptos que aún tienen el poder
económico y político para protegerse, encubrirse y amenazar a quienes por
delegación popular están intentando investigar, transparentar y sancionar estos
detestables actos.
Si
es la articulación entre el Estado y la empresa capitalista el núcleo desde
donde se organiza el saqueo social, el alcance de esta corrupción es de una extensión
que difícilmente podemos imaginar. La obra pública desde la más grande hasta la
más pequeña estaría contaminada por esta articulación mafiosa público-privada
y, por lo tanto, los implicados en esta trama no solo son individuos, sino organizaciones,
partidos y movimientos políticos que de una u otra manera están vinculados a la
administración del Estado. El escenario de la corrupción tiene así un alcance en
el territorio nacional y continental, una temporalidad que establece una
continuidad entre varios gobiernos y un contexto social que enlace a varios actores políticos y económicos
de las más diversas tendencias. Esta lamentable realidad es la que se dibuja en
el caso Zambrano, denunciado por la Secretaría Técnica de Transparencia del
CPCCS (T).
Es
seguro que muchos de estos poderes y de estos poderosos implicados en esta
trama de corrupción no querrán que las investigaciones del caso Zambrano
continúen y con ellas se desenvuelva los hilos ocultos de la corrupción, que ha
despojado a la sociedad de sus recurso en función de ampliar la acumulación mafiosa
de las empresas capitalistas, con la complicidad de los funcionarios estatales y gubernamentales que
amasan fortunas por sus servicios. No querrán que se descubran la alianza mafiosa
entre la empresa capitalista y las
empresas políticas electorales que ponen gobiernos serviles funcionales a los
intereses del capital. No querrán que se descubra que muchos de los políticos
que hacen de la política una forma de acumular poder y riqueza sean
visibilizados y, con ello, se desmonte su tramposa retórica de servicio al
pueblo y pierdan, así, la posibilidad de los privilegios que les da ser eternos
administradores del Estado.
Ante
esta conspiración de corruptos que se han tomado el Estado para saquear y
destruir a la sociedad ecuatoriana, solo la sociedad organizada de manera
autónoma puede defender sus intereses, hacer justicia. Solo la sociedad organizada
y movilizada puede garantizar que se cumpla el mandato entregado al CPCCS (T) y
respaldar el trabajo de la Secretaría Técnica de Transparencia, en la figura de
la compañera Maria Arboleda.
Respaldo irrestricto a la compañera María Arboleda
Respaldo irrestricto a la compañera María Arboleda
COMPLETO ACUERDO CON EL RESPALDO
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