Unidad: ¿con quién? y ¿para qué?
En la recta final de la
decadencia del progresismo correista, las organizaciones políticas desde la
vieja derecha remozada hasta la izquierda institucionalizada han entrado en un
proceso de conversaciones, “acuerdos”, “alianzas” en búsqueda de lo que llaman
la unidad para derrotar al correismo.
Si bien es cierto que en estos
diez años de gobierno, el correato que lo ha dirigido ha ejecutado una política
estatal de corte innegablemente autoritario y excluyente, que ha lesionado
derechos humanos como la libertad de expresión, de opinión, de comunicación; el
derecho a la libre asociación; el derecho a la protesta social, etc. También es
cierto que el correato ha implementado en el país un modelo económico
claramente funcional a las demandas de acumulación de capital en la región, que
ha beneficiado a los poderes económicos, nacionales y transnacionales. Modelo
económico que con las diferencias propias de los ciclos del capital no es sino
la continuidad en la lógica del poder que ha dominado a la sociedad
ecuatoriana.