El falso debate Correa-Moreno
En el año de gobierno de Moreno se ha operado una serie de cambios en lo
político, que han conseguido, más que ampliar el ejercicio democrático, echar abajo
una serie de disposiciones jurídicas que coaccionaban la participación política
autónoma de la sociedad, incluso la oficial dirigida desde las estructuras
jurídicas y políticas estatales.
Estas variaciones son el resultado de la movilización
social que presionó para detener el autoritarismo del anterior Régimen, no de
una voluntad política de algunos militantes de PAIS y menos aún de la voluntad individual
del presidente.
Los cambios ocurridos tienen mucho que ver con el papel otorgado al CPCCS
(T) por el pueblo ecuatoriano en la
consulta de febrero. Hecho este importante de resaltar en razón de mostrar que,
de alguna manera, la lucha por la democratización política no depende de la buena voluntad del gobierno, sino de la propia acción de la
sociedad. Lo que trato de decir es que la democracia está en manos de la capacidad que tiene la
sociedad de luchar por ella, y no de la decisión de uno u otro gobierno. El papel
que está cumpliendo el CPCCS (T), en cuyo interior no deja de haber disputas de
poder que expresan intereses distintos de sectores sociales también distintos enunciados
en los Consejeros, tiene importancia porque su legitimidad radica en el seno de
una sociedad que se hartó del autoritarismo gubernamental y estatal de la
década pasada y que exigió por ampliar la democracia.
Sin embargo en el ámbito de la
economía, donde no hay participación real de la sociedad, el gobierno ha optado
por una continuidad y radicalización de la política económica que dejó
delineada el gobierno anterior y que curiosamente
es aplaudida por los grupos económicos nacionales e internacionales. Muchos
sectores progresistas critican al gobierno por la política económica que delinea
con el nombramiento del nuevo ministro de economía y su ley económica, argumentando que ha optado por las directrices neoliberales,
lo cual es cierto. Sin embargo, lo que no estoy de acuerdo es que lo que ahora
sucede en el ámbito económico nada tenga que ver con el gobierno anterior.
Parece que nos estamos olvidando que mucho de lo neoliberal que no se pudo
aplicar antes de la entrada de PAIS a la administración del Estado, se aplicó
en el gobierno progresista de Correa (ampliación de la frontera extractiva, acumulación
y concentración de capital en antiguos y nuevos grupos económicos que crecieron
por transferencia estatal de riqueza por
corrupción institucionalizada, destrucción de la seguridad social hasta el
punto exacto que justifique su posible quiebra y privatización, transferencia
de capital a las clínicas privadas, fortalecimiento de la educación privada,
etc., etc., etc.) No hay que olvidar que fue el fortalecimiento del Estado lo
que permitió ampliar la lógica capitalista en el país, que de ninguna manera
podrá tener un rostro humano, menos en su época tardía de mafiosización.
La continuidad de la lógica económica entre el gobierno anterior y éste
no hay que entenderla como la aplicación de idénticas políticas económicas, sino
como la continuidad de la reproducción del capital, de acuerdo a las necesidades
de su circulación y acumulación en cada ciclo. El análisis de que hay una
discontinuidad en el plan económico entre Correa y Moreno peca de ingenuo y
simple. Las disputas en el terreno de la política no son el reflejo de
posiciones distintas en el terreno de la economía, mucho menos si entendemos
que no es un asunto de posiciones individuales, sino de lógicas del capital.
Creo necesario que hay que salir del maniqueísmo Moreno-Correa que nos
coloca en la posición de defender a Moreno y su abierta vinculación con los
grupos empresariales o defender a Correa y su política económica, que abrió las
puertas para el regreso legitimado de políticas neoliberales, vía papel activo
del Estado. Es necesario que desde los movimientos y organizaciones sociales populares
rompamos con esta falsa discusión y propongamos un debate por fuera de esta
falsa discusión que nos lleve a pensar una real alternativa económica que rompa
con las salvajes demandas del capital o al menos nos proteja de ellas
No hay comentarios:
Publicar un comentario