lunes, 7 de mayo de 2018

Cuando de taparse se trata….



En la Asamblea se vuelve a replantear los afectos, alianzas, complicidades y lealtades. Los correístas y los morenitas vuelven a cerrar filas en contra del trabajo que realiza el CPCCS(t), en una clara actitud de tapadera de lo desarrollado durante su “década ganada”. El apoyo de muchos correístas, que se volvieron morenistas, a la consulta popular, que llevó adelante el gobierno de Moreno por presión de la sociedad, parece que estuvo atada a un compromiso de inmunidad. En otras palabras, todo el apoyo que se dio al  proceso de fiscalización de lo realizado durante los diez años del gobierno anterior, parece que tenía como condición que quien se declare morenista tenía  exención del mismo.


Cuando el CPCCS(T)  decide que su compromiso con la sociedad ecuatoriana tienen que ser real y que la fiscalización y sanción debe ser hecha a todas las funciones y funcionarios que participaron en los diez años de saqueo, el apoyo de los morenistas se acaba. En un claro acto de limitar la potestad constituyente que el pueblo ecuatoriano dio al CPCCS(t) para que investigue, fiscalice y sancione los actos de corrupción cometidos en la década pasada, en la cual participaron morenistas y correístas, deciden no apoyar la resolución de respaldo al Consejo.  

En una tradición de usar la Constitución, las leyes y reglamentos con beneficio de inventario para sus intereses de grupo y personales, los correístas y morenistas quieren deslegitimar el trabajo que está realizando el Consejo y sobreponer la autoridad de la Asamblea sobre él. Sin inmutarse, como es también su costumbre, hablan del respeto al marco constitucional, de las atribuciones del legislativo de “fiscalizar la Función de Transparencia y nombrar y posesionar a las autoridades de las diferentes funciones del Estado”. Cínicos como son suponen que la sociedad no conoce que  fueron ellos los que hicieron y deshicieron con la Constitución y las leyes a su antojo, para realizar sus corruptelas y taparlas.

Hoy que, por la presión social y el trabajo del Consejo, se está destapando la trama de corrupción que se instaló durante la última década y que continúo y profundizó  un detestable tradición de corrupción de las élites gobernantes, se hacen los constitucionales, los legales y los correctos.  Esta repentina “corrección política” no tiene otra explicación que su intento desesperado de detener el proceso de investigación que lleva adelante el Consejo y, por lo tanto, detener la separación de los funcionarios de control cómplices del saque de una década. Lo mismo sucede con esta repentina cercanía entre correísta y morenistas,  que nada tienen que ver con una posición política de defensa de la institucionalidad, sino con una  necesidad de protegerse de las investigaciones que podría destapar su complicidad durante 10 años, en todos los actos de corrupción que hoy salen a la luz. A fin de cuentas, aunque crean que nadie se da cuenta, fueron parte del mismo proyecto, del mismo gobierno, de la misma corruptela que institucionalizaron y de la cual medraron todos, en distintos niveles.

Algo que parece que quieren ignorar es que  el respaldo que tiene el Consejo no es el que pueda darle la Asamblea legislativa, con poca credibilidad en la sociedad ni los partidos de oposición, sino el respaldo que tienen de la sociedad por los resultados de la consulta y el que tienen en las organizaciones y movimientos sociales

1 comentario:

  1. asi es muy bien por el consejo transitorio a castigar y destituir a los corruptos de la decada perdida sin miedo el pueblo sta con todos ustedes

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