martes, 16 de agosto de 2016

Quiénes son los jinetes del extractivismo? 


Como ya se ha hecho costumbre, parte de la estrategia de la campaña electoral adelantada que ejecuta el Gobierno desde hace ya algunos meses, el Vicepresidente Jorge Glas aparece y habla en casi todos los espacios mediáticos gubernamentales, evidenciando a todo el país que  es él, la figura presidenciable del correísmo. Pese a que no logra simpatía en la población y sobre el hecho de que el ex vicepresidente Moreno tiene mucha mayor aceptación electoral, es Glas la imagen que se publicita desde el poder de Alianza País.

Está claro que Glas es la carta principal de Correa y por lo tanto del correísmo para intentar la continuidad de su proyecto. Se entiende por correísmo el poder real que dentro y fuera del gobierno maneja el Estado, sobre todo lo que tiene que ver con los recursos económicos de la sociedad ecuatoriana.

Lenin Moreno hizo en su periodo vicepresidencial lo que tenía que hacer en el marco de la necesidad política de sostener la legitimidad social del proyecto de Alianza País, con el desarrollo de una política de bonos de paliación de la miseria, y tomando en cuenta la bonanza económica de los primeros años. Su trabajo concluyó cuando el proyecto de la Revolución Ciudadana se sinceró como proyecto de ampliación del capitalismo extractivo en el país; en el momento en que el correísmo empezó la violación sistemática de la Constitución, principalmente en lo que refiere a los derechos de la naturaleza con el caso Yasuní. Desde que el Gobierno con la complicidad de la Asamblea Nacional decidieron ejecutar  la explotación petrolera en el Parque Nacional, uno de los más biodiversos del mundo y territorio de pueblos libres, sin importar el daño social, cultural y ambiental que tal decisión implica, el carácter depredador del proyecto de Alianza País se hizo cínicamente nítido.

En el nuevo contexto del proceso “revolucionario” y tomando en cuenta el control político e ideológico de la población, que el gobierno correísta garantizó en su  primer periodo de administración estatal, el tema social dejó de ser importante para su estrategia de dominación. De hecho en diez años el gobierno pasó de ser neo desarrollista a neoliberal.  Así, la figura de Lenin Moreno aunque puede ser simpática para la población no es de interés para el proyecto extractivista del correísmo. El problema con el Sr. Moreno, creo, es que no da al poder correísta la garantía total de no estorbar en los negocios del capital a gran escala.   
     
En la intención de que el correísmo  continúe en la administración de Estado, incluso  sea o no con Alianza País, es Jorge Glas la pieza que garantiza al correísmo  dirigir o al menos participar en la dirección y beneficio de los proyectos de minería, petróleo, hidroeléctricas,  mega construcciones, transgénicos, etc., es decir los negocios del extractivismo. Es él, el que garantiza las alianzas con otros grupos de poder económico nacional e internacional de interés para este tipo de negocios depredadores.      


Tal es el interés de posesionar a Glas como la continuidad del correísmo , proyecto  presentado como de transformación social, cuando no es más que la profundización de la economía primario exportadora en su época devastadora, que el Sr. hacen el siguiente tipo de declaraciones electoreras:  
“Por nuestra Constitución, nuestras leyes, y por nuestro Gobierno porque somos el gobierno más verde, más ecológico, de toda la historia del Ecuador, fuimos nosotros los que reconocimos derechos a la naturaleza en la Constituyente de 2008, jamás permitiremos que se contamine fuente de agua alguna”

“Y seguiremos desarrollando la minería responsable que no contamina fuentes de agua, que utiliza alta tecnología, pero que genera riqueza para nuestro pueblo”

En estas declaraciones, la persona más desatenta puede notar la contradicción que ellas encierra y que hacen del enunciado un absurdo cínico, propio de la demagogia populista de las campañas electorales.  

Primero, ellos no fueron los que reconocieron los Derechos de la Naturaleza, no cuentan con el conocimiento ni la sensibilidad para tal acto y ni siquiera tienen  la inteligencia para observar  que un avance constitucional de tal magnitud responde a un proceso histórico de lucha social, que posibilita la construcción colectiva de  ese tipo  de conciencia humana y ambiental.

Segundo, repite en un movimiento de mecánica mental aquella fórmula discursiva ya gastada de la supuesta responsabilidad de la actividad minera, que utiliza la alta tecnología. Su ambición no les permite un simple recorrido por la historia humana de los últimos cien años para conocer la destrucción ambiental, social y cultural que el extractivismo ha ocasionado, más aún el de la última generación de la alta tecnología.

Lo cierto es que más allá de las referencias retóricas y tramposas a su supuesta condición de ecologistas, el proyecto de Alianza País, y más aún el de la época de Glas, es depredador de la naturaleza y de los pueblos que la habitan, y subsidiario como pocos de los grandes negocios del capital extractivo. Quizá aquello de que son el gobierno más verde si es verdad,  por el color que los define y que quedará en la conciencia de nuestros pueblos como la mayor estafa.      

Para las próximas elecciones, es la exigencia de la moratoria extractiva, sino de  su finalización, a lo que deben responder todos y todas las candidatas, pues es este tema entre pocos otros los que dicen sobre el carácter humano de un proyecto político.  Decidan ustedes quienes son los jinetes del extractivismo, jinetes de la muerte  

Referecias
El Comercio 
http://www.andes.info.ec/es/noticias/vicepresidente-jorge-glas-ecuador-seguira-desarrollando-mineria-responsabilidad.html


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