lunes, 22 de febrero de 2016

La crisis de la tasa de ganancia, la padecen los trabajadores en beneficio de los capitales




Después de una década de ganancia por renta petrolera, la misma que en su gran parte fue a parar a manos del capital financiero y comercial nacional e internacional, el país padece una vez más  la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, característica del capitalismo mundial, que en  el ámbito de la producción petrolera ha hecho que los precios de éste caigan y provoquen una fuerte contracción en la capacidad adquisitiva de los individuos y del Estado Ecuatoriano. 

Antes de seguir analizando esta conocida crisis, es importante señalar que en las épocas de prosperidad económica, como la que acabamos de pasar, las economías de los países pobres en crecimiento costea la compensación del desequilibrio económico producido por la baja en la tasa de ganancia del capital internacional.  Esta compensación se da por efecto de la transferencia de riqueza dada por el intercambio desigual entre bienes altamente industrializados y los productos primarios como el petróleo; por endeudamiento especulativo con la China y ventajas excepcionales a la inversión extranjera en este último periodo principalmente a la proveniente del capital Chino (hidroeléctricas, minería, infraestructura); y por último, por las elevadas tasas de plusvalía derivadas de la explotación de abundante mano de obra. Se entiende entonces que en estos 10 años de “crecimiento” económico, el Ecuador  al igual que el resto de países de América latina compenso de alguna manera el desequilibrio: “Por la triple vía de producir materias primas que abaratan el capital constante, utilizar salarios bajos que reducen el capital variable  y estabilizar formas de expropiación laboral que elevan las tasas de plusvalía.” (Katz: 2004)

De vuelta a la actual crisis hay que decir que  la depreciación de los precios del petróleo se explica por: ¡)  las manipulaciones de poder  en  la geopolítica mundial, ¡¡) las especulaciones del capital financiero,  y ¡¡¡) el cambio en la composición orgánica del capital petrolero. Referida a la última causa, es decir la elevación de la proporción entre el volumen de los medios de producción y la cantidad de trabajo vivo, permite aumentar la extracción-producción petrolera debido al incremento de nuevas tecnologías de extracción que podrían aumentar las reservas recuperables mundiales de crudo en seis veces, a 10,2 billones de barriles en el futuro próximo, según un nuevo informe.

Los llamados momentos o épocas de crisis económicas tienen lugar cuando hay una caída en la tasa general de ganancia, que no necesariamente significa la caída en la tasa de ganancia de las grandes corporaciones, en este caso del petróleo, pues la rentabilidad de las grandes empresas garantiza la supervivencia del sistema a pesar de la tendencia general de baja en la tasa de ganancia de la economía capitalista. También es importante decir que si bien el desequilibrio provocado por la tendencia decreciente de la tasa de ganancia se origina en las economías centrales, pues allí aparece el exceso de capitalización que caracteriza la sobre acumulación, es sentido con mayor fuerza en los países de economías dependientes como el Ecuador  

La crisis económica que afecta hoy al país es sin lugar a dudas transferida desde el centro a la periferia, a través de un conjunto de mecanismos comerciales, financieros e industriales como la caída de precios del petróleo, la salida de capitales nacionales, las exigencias de pago de deuda externa que hoy representan más extracción petrolera,  y la contracción o ausencia de inversión extranjera.  (Cfr. Katz: 2004) Debido a la globalización económica, que supone mayor integración de  nuestra economía en condiciones de subordinación, los efectos de la ley de baja en la tasa de ganancia es mucho mayor que en épocas anteriores.  

En el caso del Ecuador, las grandes empresas nacionales, muchas de ellas ligadas a capital internacional, imponen los efectos de la caída en la tasa nacional de ganancia a las pequeñas y medianas empresas, además de, y principalmente, a las actividades productivas no capitalistas que siguen siendo, en volumen, muy importantes en el mundo actual y particularmente en el Ecuador. (Cfr. Carcanholo: 2013)

Las crisis económicas del sistema, muchas veces resultado directo o indirecto de una manifestación aguda de la mencionada ley, tienen entre otras consecuencias la de imponer fuertes pérdidas a los pequeños y medios inversionistas y a producir mayor concentración y centralización del capital, al mismo tiempo que destruyen el capital menos eficiente. De ese modo, la crisis, al producir mayor concentración de capital, tienden a elevar el diferencial de tasas de ganancia a favor del gran capital.
Desde esta perspectiva, las llamadas crisis de recesión no hacen sino fortalecer la magnitud de  la transferencia de valor a las grandes empresas capitalistas. Es claro que los que van a soportar la crisis de la baja de la tasa de ganancia por renta petrolera no son las grandes empresas financieras y comerciales (Banco de Guayaquil, Banco del Pichincha, La Favorita, el Juri, Nirsa, etc.) sino las medianas y pequeñas empresas y sobre todo aquellas que componen la llamada economía popular, familiar y campesina.

La afectación mayor de la baja en la tasa de ganancia de la renta petrolera nacional va a ser para los trabajadores. Las grandes empresas seguirán manteniendo aunque sea depreciado su patrimonio-valor, su propiedad material o capital fijo (instalaciones físicas, máquinas, equipamiento) que no es otra cosa que trabajo muerto acumulado. Este solo hecho le da ventaja y dominio  social sobre el trabajo vivo  de masas de trabajadores, cuyo valor se deprecia por la crisis. Eso y no otra cosa es lo que se expresa en políticas de reducción de horas de trabajo que implican reducción de salarios. Los grandes empresarios mantendrán la posesión de una cierta cantidad de dinero, dinero crédito, dinero ficticio, además de la cantidad de dinero en que está valorado su patrimonio físico con la que pueden aún comprar trabajo. El trabajo por su parte, al haber sido depreciado por la crisis será comprado bajo su valor real y de esta manera el capital retomará  otro ciclo de explotación vía plusvalía absoluta, gracias a la depreciación salarial. De esta manera   los y las trabajadoras se quedan sin los medios de subsistencia que representa un salario deprimido o ausente. 
      
Se puede decir que la transferencia de la crisis de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia de la economía mundial hacia los países pequeños y empobrecidos se da básicamente por la baja en el precio de las materias primas, la salida de la inversión extranjera y el grado de endeudamiento externo con alto interés. Es lo que hemos empezado  a vivir en este nuevo ciclo de crisis, la caída estrepitosa del precio de las materias primas principalmente el petróleo, ausencia casi total de inversión extranjera y una deuda externa en crecimiento con altas tasas de interés.  Esto quiere decir que la evolución de la tasa de ganancia nacional de países como el Ecuador depende del papel complementario de proveedor y mercado de ciertos bienes de consumo que cumple como economía periférica para el capitalismo central, sea norteamericano o chino.  De lo que se trata es que estos países no tienen procesos propios de acumulación, por lo cual las crisis de sobreacumulación de capital central son en las periferias crisis de subacumulación estructural, que los empobrece más cada ciclo de la crisis del desequilibrio producido por la tendencia decreciente de la tasa de ganancia.  Esto explica porque la crisis de la economía capitalista en el capitalismo periférico implica mayor devastación de las economías de los países dependientes y dentro de ellas de los trabajadores.  

La contracción del capital nacional, sobre todo del  mediano y el pequeño y la consecuente depreciación del  salario de los trabajadores en los países empobrecidos, que se empobrecen más con la misma, supone la contracción de la capacidad adquisitiva nacional y su consecuente limitación y fragilidad del  mercado interno. Lo cierto es que al igual que en la pasada época neoliberal, la crisis de la baja en la tasa de ganancia implicará nuevamente que la tasa de plusvalía se incremente y el capital variable o  trabajo se abarate y con ello se agudice la explotación laboral y aumente  la ganancia del capital. Volverán quizá las privatizaciones con lo cual se buscará “’limpiar capitales’ liquidando o reorganizando las empresas estatales no rentables y traspasando sus ramas lucrativas al sector privado.” (Katz: 2004) como ya lo está haciendo Macri en Argentina y como de hecho el correísmo ya empezó a hacerlo y lo continuarán haciendo, sean ellos mismos o la derecha remozada.

Lo cierto es que parece que la actual baja tendencial en la tasa de ganancia, ligada sobre todo a la producción-extracción de materias primas, puede ser el indicador de que una nueva fase del capitalismo ha iniciado. Nueva fase en la  que los países periféricos como el Ecuador receptores de la crisis, a través de políticas estatales, pasaran la misma a las economías pequeñas y sobre todo a los trabajadores, quienes con cada crisis son más empobrecidos. “La ¨penuria de fuerza de trabajo¨ es incluso un inconveniente de menor relevancia para la reproducción del capital, porque la propia dinámica del ciclo tiende a regular la oferta y la demanda laboral, coyunturalmente a través del ejército de desocupados y estructuralmente por medio de los movimientos migratorios.” (Katz: 2004)

¿Qué tienen que ver en esta lógica estructural de la economía capitalista el correísmo?, absolutamente nada. Sin embargo entendiendo que se autoproclamó un gobierno de izquierda se esperaba que entienda la contradicción del sistema y las nefastas consecuencias para nuestro país y tome las medidas económicas para proteger a la sociedad ecuatoriana y principalmente a la economía popular y a  los y la trabajadores. Sin embargo, se entregó de pies y manos al capital internacional afirmando la economía primario exportadora, el extractivismo y devastando la economía popular y campesina que ha sostenido a este país por toda su historia. De esta manera deja tendida la mesa para que los grupos de poder económico hagan su agosto a nombre de la crisis.

Referencias Bibliográfica
Carcanholo, Reinaldo. (2013) La ley de la baja tendencial de la tasa de ganancia

Katz, Claudio. (2004) Una interpretación contemporánea de la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia.

2 comentarios:

  1. Reconociendo la completa validez de tu análisis, mucho me agradaría conocer tu opinión sobre la tesis ¿Por qué hoy no es posible la revolución?, que plantea el filósofo coreano-alemán Byung-Chun Han, resumida en el artículo de Eva Vásquez que encontré en la siguiente dirección electrónica: http://elpais.com/elpais/2014/09/22/opinion/1411396771_691913.html

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    1. Buen día Sergio, tengo mi propias ideas sobre esa tesis, pero antes voy a leer el texto que recomiendas y luego te comento.

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